La Alcoba Azul en Barcelona

Creo que las porciones son un poco pequeñas pero estaba delicioso 😋

Teníamos la esperanza de comer en La Alcoba Azul, pero lo encontramos cerrado temporalmente por obras. Sin embargo, se habían mudado a solo 20 metros en la misma calle y ahora tenían su cocina dentro de La Alcobita – Tapas. Me alegro mucho de haber seguido las indicaciones, porque resultaron ser las mejores tapas que he probado en mi vida. El pulpo con puré de patata estaba absolutamente fantástico: cocinado a la perfección y lleno de sabor. El rollo Banh Mi (sí, más vietnamita que español tradicional, ¡pero a quién le importa cuando está tan bueno!) también fue un plato destacado, al igual que el sencillo pero delicioso pan con tomate y una ración de hummus buenísima. Solo había dos personas trabajando: el jefe de cocina y un encargado de sala, y ambos se dejaron la piel. El servicio fue amable, atento e impresionantemente multilingüe, a pesar de lo ocupados que estaban. Recomiendo encarecidamente buscarlos; incluso con la mudanza temporal, vale la pena encontrarlos.

Súper sabroso con porciones generosas... me encantó la ubicación y el ambiente.

Ricas tapas, buena atención y local muy bonito.

Entramos por casualidad después de buscar un restaurante de tapas durante horas. Las tapas estaban increíbles y el local tenía una decoración clásica preciosa. El servicio también fue estupendo. Me encantaría volver cuando visite Barcelona de nuevo. ¡Gracias a todos!

Pedimos tapas y nos encantó la comida. Pedimos tabla de 4 quesos, patata con una salsa aioli que estaba espectacular, un sándwich ibérico,humus, olivas, y sangría. Gastamos 66 euros en total.

Hemos ido 4 personas, hemos comido muy bien, compartiendo platillo y un buen vino. El ambiente agradable y el servicio fantástico. ¡Muy recomendable!

Hemos cenado 3 personas en Alcoba Azul por primera vez. Hemos pedido todo por compartir y poder probar más platos, todos buenísimos. El encargado, Jordi si no recuerdo mal, un crack. Nos ha contado la historia de la judería de Barcelona, ​​y de la calle y el edificio donde se tropa el local, casi 1.000 años de historia. ¡Volveré pronto!

Este es un pequeño restaurante de tapas de aspecto tradicional en las calles detrás de la catedral. La noche que estuvimos allí, estaba ocupado y bullicioso con la gente y los dos nos pusieron en una pequeña mesa en una habitación muy estrecha, pero era encantador. No sé si IT ha hecho, pero el restaurante parece IT ha estado allí por siempre. La comida era absolutamente deliciosa y abundante. El Servicio fue bueno, aunque IT no fuera el más amable que tuvimos en Barcelona.

Esta fue una rápida “parada en boxes” durante un paseo por el Barrio Gótico para mí. El ambiente y algunas bebidas realmente preparan el escenario. En resumen, solo un lugar genial que se debe a ti mismo para encontrar. Ir hasta tarde, comer algo de comida, relajarse y beber en el ambiente