Kim's Pojangmacha en Las Palmas de Gran Canaria

Los empleados son muy amables y la comida super buena

Probamos bastante variedad de platos y todos nos gustaron, tiene un sabor auténtico coreano. El local tiene una estética muy auténtica a lo que son los locales coreanos modernos, tiene detalles muy interesantes y la comida está lograda.😍 En general, nos gustó mucho, lo peor sería encontrar aparcamiento y que hay que reservar, porque se ve que tiene mucha afluencia y el local es mediano tirando a pequeño.

La comida estaba muy rica y las camareras muy agradables y profesionales. Repetiré seguro.

Realmente me encantó, comida sabrosa, poco espacio, un poco ruidoso como se esperaba. Amé cada momento

Buen lugar y buena comida. Lo negativo: poco espacio, demasiadas mesas, mucho ruido en horarios punta.

Menú pequeño, pero cada plato definitivamente sabe tan bien como los que comimos. Nos encantaría volver.

Añoro el antiguo local, por todo lo que era y ya no es. Sé que al final le ha ido bien y que ha querido mejorar lo que ya tenía pero está segunda vez que he ido al nuevo local confirmo lo que ya “sufrí” la primera vez. Lo primero y más importante (para mi), el ruido / la cantidad de gente que meten en el local, me parece sin duda el mayor de los problemas y por lo que me iría a otro sitio entre las opciones de comida coreana que por suerte actualmente cuenta la isla. Es muy agobiante, el local ganaría muchísimo más si alojase a quizá el 60-70% de lo que tiene actualmente, aunque ello se tradujese en una subida del precio, solo por comer en paz sin tanto ruido lo pagaría a gusto porque al final sigue siendo muy buena comida (con algunos ‘peros’) pero buena comida al fin y al cabo. Echo de menos esas tres mesas fuera del local y otras poquitas más dentro y verle entrar con las bolsas de comida listo para hacernos la cena a los poquitos que atendía y lo a gusto que nos íbamos después de haber comido algo tan rico y tan a gusto. Sin embargo, ahora la cosa es muy distinta y te vas con un ‘qué pena, lo que era y lo que es ahora’. La sensación que se tiene es de estar hacinados en un cubículo, todas las mesas están muy cerca una de la otra. A esto último hay que sumarle que si vais en grupo la mesa que dan se queda pequeña para que comamos todos a gusto y sin que estorben cosas o chocarnos, teniendo que poner botellas por el suelo o en los estantes decorativos no aptos para esto obviamente. En nuestra segunda ocasión en el baño de mujeres no había papel, el de hombres me parece bastante feo el hecho de tener todo el material sobrante del local, sillas, bombonas..(que entiendo que no hay más hueco) pero dejarlo ahí en el baño a la vista… encima las luces de los baños son igual de oscuras (o más) que el del propio local, que casi no ves nada y da mal rollo. En cuanto a la comida por decir algo, el ‘Sam de panceta’ solo traía una lechuga por comensal y sobró más de la mitad de arroz y panceta, con lo que no podíamos comer como se debe comer el plato por decirlo así, que puede ser intencionado supongo para que de algún modo te veas obligado a pedir más pero bueno, me parece un error si no es así. El hecho de meter agua filtrada no me termina de convencer, si la das como opción bueno, pero también fuimos con una chica embarazada y no le dio buena sensación (tampoco preguntamos por si tenían agua embotellada ojo, ahí fue más nuestro error) pero que la persona que atienda nos lo diga y de a elegir si queremos una u otra nos habría gustado, si no la tienen como opción me parece bastante mal. Y nada para acabar solo espero que algo de lo mencionado mejore y que al dueño le vaya genial tanto con el negocio como en la vida que bien merecido se lo tiene 🩵

Buen servicio,buena comida y buen precio. Recomendable 100%.

Recomendado 100% la comida está muy buena, servicio rápido y buenos precios. Imprescindible el pollo frito, las croquetas de sabores sorprendentes... todos los platos que pedimos estaban muy ricos, de postres no puedo hablar porque terminamos tan llenos que ya no teníamos hueco. Imprescindible reservar ya que el local es pequeño. Repetiremos

Grata sorpresa con este restaurante de comida coreana. Probamos varias cosas. Para empezar el kimchi (col fermentada), una tortilla con langostinos, el bibimbap de arroz con ternera, unos fideos con langostinos y el pollo crujiente. De postre los mocchi de mango y una tarta de maracuyá picante (porque se nos había hecho poco el picante jajaja). El sitio realmente nos encantó. La comida muy rica, pero tener en cuenta que es súper picante. El local también muy bien ambientado pero quizás hacia un pelín de calor. Para repetir 🥢👌🏻