Kalma en Madrid

todo excelente, la carne, el calamar…buenísimo. Servicio muy agradable y atento. un 10. La carne súper tierna y jugosa

Sabes que te espera un paseo cuando entras a Kalma. ¿El personal? Son tan amigables que podrías confundirlos con tus primos perdidos hace mucho tiempo, y el servicio es más rápido que si tomas malas decisiones de vida un viernes por la noche. ¿La comida? Bueno, es tan nuevo que probablemente tenía sus propios planes antes de que lo ordenaras. ¿Presentación? Digamos que está listo para Instagram; es tan bonito que podrías considerar enmarcarlo en lugar de comértelo. Pero una vez que profundices, te olvidarás por completo de la dieta que empezaste (y abandonaste) la semana pasada. Si buscas deleitar tus sentidos y posiblemente confundirlos con la delicia de la comida, Kalma es el lugar. Solo ten cuidado: ¡te preguntarás por qué comiste en otro lugar!

Tuvimos una experiencia maravillosa, en lo humano un trato con mi nieto espectacular, la comida riquísima y en cantidades suficientes, destacable la profesionalidad del equipo, con mención especial para Rodrigo, gracias por todo ello y contad con nosotros proximamente

Tuvimos una cena exquisita con la comida del mejor sabor y un servicio de primer nivel. Fue el final perfecto para un viaje de dos semanas. Me alegro de haber elegido quedarnos aquí y tener nuestra última comida en Madrid aquí.