Indochine en Barcelona

Menú de 16€ con todo incluído muy recomendado. El camarero es muy amable y alegre y el local está muy bien ambientado y es inmersivo. Un ambiente muy familiar y la misma cocinera te saluda, una experiencia agradable. Las cantidades son generosas y la comida original, la misma cocinera es originaria del país. Todo muy bueno y para el precio merece mucho la pena.

Vale la pena probarlo, ingredientes de calidad, y muy amables. Un 10.

No había ensalada de papaya. Ni tofu. El curry verde tailandés era rojo y llevaba la mezcla de verduras que se compra en el supermercado: lechuga, col lombarda y zanahoria. No eran las verduras que se suelen encontrar en un curry verde. El resto era regular o menos. El servicio fue bueno.

Cuando ese vacío en el estómago se hace presente, mi recomendación personal es que te dirijas a Indochine, un sitio con un encanto especial en el barrio de Sant Gervasi - Galvany. Una de las cosas que más valoro de este lugar es su inmejorable ubicación, algo que todos los comensales suelen destacar. Su menú es extenso y variado, pero donde realmente brillan es con su auténtica comida tailandesa, que según muchos entendidos es simplemente excepcional. La relación entre la calidad de los platos y el precio me parece más que justa, ya que por alrededor de 30 a 45 euros obtienes una experiencia culinaria que te deja con ganas de volver una y otra vez. Eso sí, te aconsejo que reserves mesa con tiempo, porque su merecida popularidad hace que esté siempre concurrido. El ambiente que han creado con su decoración es tan acogedor que se convierte en una razón de peso para repetir la visita, ideal para ir en familia. Para hacerte una idea, puedes echar un vistazo a sus redes sociales, donde muestran sus deliciosos platos.

Es uno de estos restaurantes que te impresionan por la comida, espectacular, el precio, muy ajustado, y el buen servicio. Un restaurante donde todavía encuentras una muy buena relación calidad-precio en su carta. Lugar agradable y restaurante muy recomendable.

Riquísima, comida, muy original. El curri lo ha servido en un coco auténtico con todos su sabor. Y el señor que nos ha atendido realmente encantador.

La propietaria es una gran cocinera, aúna tradición y modernidad en su oferta y el ambiente es un viaje en el tiempo y el espacio. La acogida siempre grata, la cocina siempre estupenda: gracias por cuidarnos tan bien;)

Desde que descubrí Indochine, no he dejado de repetir, y es que la comida es sencillamente espectacular. Cada plato es preparado al momento, con ese toque casero que hace la diferencia. Uno de mis favoritos es el arroz frito (¡son únicos!), perfectos en sabor y textura. La calidad y la cantidad de los platos es excelente, y lo mejor de todo es que los precios son muy accesibles para la calidad que ofrecen. La dueña del restaurante es siempre muy amable y atenta, lo que hace que la experiencia sea aún más agradable.