Deja mucho que desear, las vistas son lindas por estar al lado del mar y ver parte de la bahía de Barcelona, los barmans no se dan abasto y demoran una eternidad en atender, para pedir 2 cervezas tuve que esperar más de 20 minutos, el trato de el personal no es el adecuado, tienen una actitud poco pedante, su que uno que otro es amigable, de igual manera son muy lentos, la música más o menos. La verdad que sentí que los empleados se creían los dueños del hotel.