Hosteria De Boo en Piélagos

Expactacular como en casa muy bien atendido abitaciones amplias colchones Buenos sin Ruidos

Cena muy buena y en un ambiente agradable. Destacar especialmente la atención de Sergio que nos hizo pasar un rato estupendo. Muchas gracias y volveremos pronto.

Tras mirar varios sitios para cenar nos decantamos por la buena puntuación de este lugar y no nos equivocamos. Punto y final redondo para terminar nuestras vacaciones. Sergio un camarero excepcional, muy atento con nuestras hijas y muy amable. Comida muy rica. Cena muy agradable. Sin duda volveremos si volvemos por la zona, que seguro repetiremos.

Hemos cenado dos días y desayunado tres. Relación calidad-precio, perfecto, los camareros muy amables. Las rabas, el puding de cabracho, la cecina, merluza, todo muy bueno y buena cantidad. Vinos a precio asequible. Los pinchos de tortilla para el desayuno buena ración y precio perfecto. Hemos estado muy bien gracias.

Solo cenamos un día, lastima no haber ido más, Sergio el camarero increíble que nos atendió ya lo hizo redondo todo, muy bien y mis más sinceras puntuaciones para el lugar y él, un excelente sitio donde cenar, comer o simplemente tomar algo 😉

La comida hecha con gusto, con sabor y muy bien servida. Parada obligatoria y el personal muy amable, pendiente, eficiente y profesional.

Hemos tenido una estancia muy agradable, buen servicio y personal muy atento,comida casera muy buena calidad precio y habitaciones comodas y muy limpias, recomendable 100%.

Un restaurante muy bueno, nos gusto mucho. Comimos menu del dia y muy rico. El personal super amable. Para repetir

Del alto de La Picota uno baja con hambre. Eso es así. Con ganas de algo rico. Con ganas de pasar un buen rato. Y la Hostería de Boo es precisamente eso lo que te ofrece. Ambiente agradable y familiar. Hermoso. Una carta bien surtida y un menú del día con opciones suficientes y buenas expectativas. Mi mujer y yo optamos por esto último pidiendo de primeros el pastel de cabracho con salsa de marisco y el calabacín relleno. Muy ricas ambas opciones. De segundos elegimos la asadurilla de cordero y el cachopo. Buenas, buenas raciones.. Quedamos bien satisfechos. De postres unos helados porque el día salió caluroso y aún andábamos algo resecos de la caminata. A la buena experiencia con la comida en sí hay que sumar el excelente trato recibido. Tanto de las camareras como del señor de más edad (el dueño quizá) que nos transmitió una educación y amabilidad extraordinarias. Muchas gracias. Y tras la comida, pasear sin prisa junto a la ría, despacito, hasta donde termina el camino. ¿Qué más se puede pedir? de espaldas a la ría, mirando hacia la montaña uno de los caballos

Una maravilla la cocina y cantidad que ponen muy top