Hostal de Pagès en Olot

Recomendados por el hotel donde nos alojabamos, reservamos mesa en hostal pages, la verdad que muy acertado, fue como comer en casa, el trato genial, la comida de la cual recomiendo los canalones estaban brutal y cuando ya nos íbamos, nos recomendaron una vuelta por el bosque terapéutico que se encuentra a escasos 200 metros del restaurante, fue bien para relajarnos, cargarnos de energía y bajar la comida (la vuelta se hace en 20 minutos). Cuando viajemos en otra ocasión a Olot, volveremos a este restaurante

Hemos ido a comer hoy, comida estupenda, servicio mejor, ambiente perfecto. Y nos has dejado entrar con nuestra pequeña fiera! Les encantan los perros. Un placer!! Volveremos!

Buenos días hemos venido de Barcelona unos amigos y mi perrita nala a pasar unos días a la garrota y hemos topado en este hostal de Olot excepcional comidas caseras y el servicio y todo a buen precio y muy bueno 👌👌👌👌

Comida típica y casera! ¡Recetas locales con sabor auténtico! ¡Verdadera sorpresa! estaré detrás

Conserva su toque de siempre excelente comida.

Pienso volver y recomendarlo. La comida,buenísimo. El menú está super bien.

El sitio perfecto si se quiere comer bien y en cantidad. Todo buenísimo y hecho en casa. Con un local acogedor y un personal muy amable te hacen sentir como en casa. ¡Muy recomendable!

Cuando se trata de comida, no me gusta planificar. Soy de esas personas que van al supermercado a las 8 de la noche para comer a las 9 sin tener idea de qué voy a comprar. 🤷‍♂️ Tampoco me gusta reservar un restaurante con antelación. ¿Quién sabe si voy a querer comer sushi o pizza? Pero parece que improvisar no siempre es la mejor idea... 😅 Hace unos meses, después de un breve fin de semana en La Garrotxa, una zona volcánica no muy lejos de BCN, tuvimos que regresar a la ciudad y, al despertar, decidimos tomar un brunch antes de partir. Simplemente se nos olvidó que no estábamos en una gran ciudad y que allí no todo estaba abierto los domingos... y lo que estaba abierto también estaba abarrotado. 😔 Fuimos a varios lugares donde no nos podían aceptar y, después de algunos intentos, ya era hora de almorzar. Cambio de plan: ¿dónde podemos ir a almorzar? Probamos varios sitios y el último que probamos antes de rendirnos y regresar a casa con el estómago vacío, el Hostel de Pagès, aún no estaba abierto. Pero todavía nos dan la bienvenida. ¡Hurra! No sólo nos aceptaron sino que enseguida nos sirvieron un plato pequeño de judías blancas y longaniza... ¡que nos gustó tanto que pedimos uno grande! También comimos una tabla de embutidos, croquetas y probamos las "patatas de Olot" (el restaurante está en Olot) que son unos buñuelos hechos principalmente de patata y embutido... Eso ya era mucha comida para nosotros 3 pero aún encontramos espacio para los postres, uno de los cuales era un xuxo. Es una especialidad gerundense, a pocos kilómetros de Olot. Sin embargo, este xuxo fue mejor que todos los que he tenido hasta ahora en Girona. Nos gustó mucho todo: la comida, el servicio (súper agradable, atento, proactivo) e incluso el precio: pagamos 20€ cada uno (sin vino). ¡No es de extrañar que tanta gente hiciera cola cuando nos fuimos! Mira, ¡improvisar ES lo mejor! Calidad y sabor: 10/10 Cantidades: 10/10 Ambiente: 7/10 Originalidad: 7/10 Relación precio/calidad: 10/10 Servicio: 10/10 Cómo me sentí después: 10/10

Muy buen sitio para hacer una buena comida. Calidad de la comida muy buena, excelente servicio. Lo único que no nos ha gustado es que dejen entrar a perros. Personalmente si estás en una mesa junto a la puerta de entrada y llega gente con perros que "huelen a perro" me molesta. Pienso que dejar entrar animales en un restaurante es incompatible con la calidad de la comida que ofrece el Hostal de Pagès. No le pongo los 5 puntos por ese hecho.

Buscabamos un restaurante que admitiera mascotas, tenemos una perrita border collie, al llamar para reservar nos han dicho que ningún problema. La reserva era para las 15:15, hemos llegado 5 minutos antes y nos han atendido al instante, y muy amablemente, preludio de lo que vendria posteriormente. Un vermut Izaguirre ha sido la entrada a una sopa de cebolla i un surtido de embutidos y jamón de la garrotxa. Seguidamente el platillo de "Festa Major" i los pies de cerdo a la brasa nos han hecho seguir disfrutando de la comida y como colofón a estos manjares, el "mel i mató" y unos chuchos con el azúcar quemado, junto a unos cortados, han cerrado este festín gastronómico. En la parte del servicio agradecemos a David i a Maria su atención, amabilidad i espiritu servicial y agradable en todo momento. Sin ninguna duda vamos a repetir. Muchas gracias.