Helio en Cercedilla

La comida estaba buena y todos los platos son caseros. Los macarrones para los niños sólo llevaban tomate frito casero, se echaba de menos algo de carne acompañándolos. Los callos buenos, el consomé también y el entrecot muy tierno y perfectamente cocinado. De los postres lo mejor la leche frita que estaba muy blandita y deliciosa, frita en el momento. El ambiente tranquilo y relajado, el sitio decorado en madera, rústico, muy de montaña, nos gusto mucho. Lo malo es que tardan bastante en servir y los precios un poco elevados. En la parte de abajo es más para bocadillos y tapas y arriba es la parte de mesón para comer más tranquilamente y con platos más contundentes y precios más altos

Buena atencion, y disfrutando del aire fresco de Cercedilla, tome unos huevos con chorizo que me supieron a gloria tras un duro paseo en bici (que me dejaron ponerla cerca), volveré

En cuanto entras en Helio, en Cercedilla, sientes ese encanto especial de los sitios con historia. El ambiente te envuelve y enseguida notas la amabilidad y la constante atención del personal, siempre pendientes de que todo esté perfecto y de que te sientas como en casa. Es un restaurante familiar, y eso se percibe en cada detalle: cuidan al cliente todo lo que pueden y consiguen que la experiencia sea cálida y cercana. La calidad del producto se nota en cada bocado: todo estaba delicioso y preparado con mimo. Un detalle curioso y muy original son las cestas para el pan colgadas del techo con un muelle. ¡Me encantó esa idea! Sin duda, un sitio para repetir.

Un restaurante muy acojedor y con un trato muy amable y cercano. La comida muy rica. Perfecto para comidas en grupo. Muchas gracias🤗

Hace más de 30 años que visitó este restaurante y tengo que decir que cada vez es mejor que la última ! Un hermoso lugar, la comida casera y la atención perfecta ! Tanto de Helio, como de Jorge y todo el equipo ! Un placer seguir volviendo ! ❤️🍷👍

Lo mejor es reservar. Este restaurante tiene su propio huerto, y mientras esperas la comida, te sirven un plato de tomates cherry (aliñados con sal y aceite de oliva). Se nota que maduran de forma natural en su propio huerto; son increíblemente dulces. El filete está delicioso siempre que esté bien cocinado y la carne sea de buena calidad. Lo pedí bien hecho: no duro, pero aún rosado, similar al término medio en China. El postre era leche frita, servida fría y espolvoreada con canela en polvo. No era grasiento. El sabor era similar al relleno de una tarta de nata portuguesa: aromático y dulce. ¡Me encantan las setas! ¡Las setas bien preparadas están tan ricas como la carne! Las setas estaban carnosas y jugosas, cada bocado lleno de sabor. El aliño era sencillo: sal y un toque de chile; ¡increíblemente frescas! El último plato fue salchicha, patatas fritas y un huevo frito. La mejor manera de comerlo era usar la yema líquida como salsa para mojar. El huevo no tenía sabor a pescado, la salchicha rebozada en la yema líquida equilibraba la salinidad y las patatas fritas rebozadas en la yema líquida creaban una textura maravillosamente única: ¡era imposible parar de comerlo!

Definiría a este restaurante como HOGAR, desde el principio te tratan como en casa, todo lo que comimos estaba inncreible, los boquerones y la carne espectacular y ya las NATILLAS de ensueño, Helio es un encanto de hombre y el personas igual, parada OBLIGATORIA, volveremos🫶🏼

Comida tradicional riquísima en un local super acogedor y con una atencion espectacular. Te hacen sentir en casa

Muy recomendable!Servicio espectacular!!Helio y todos los camerer@s son super agradables!!!trato cercano y familiar. La comida buenísima, pedimos carne que estaba buenísima tierna , jugosa y punto perfecto!

El señor Helio nos atendió sin reserva y super amable,muy atento. Comida de la zona ,muy buena calidad de carne y verduras. Salí super lleno de comer