Un lugar sencillo y económico, sin esperar nada del otro mundo. Si te gusta el ambiente local y quieres probar frituras originales a bajo precio y comida rápida china, ve allí. La gente se conoce. La cerveza embotellada es solo 2,5 más cara que la de barril, pero la sirven en jarras supercongeladas. Probamos diferentes platos y porciones pequeñas. El morro de cerdo frito y los torreznos estaban buenísimos. Por supuesto, recalentados, pero al menos por 3 euros.
Bar de barrio atendido por el propietario Yang y algún trabajador.
Ideal para una pequeña tapa y una cerveza aunque también sirve raciones y comidas. Calidad más que aceptable.