Guachinche La Cantera en Valsequillo de Gran Canaria

Increíble lugar, comida típica de la isla, el dueño muy amable, somos de Malaga y nos recomendó lo mejor de allí, nos costó llegar a la ubicación pero realmente mereció la pena, si algún día volvemos a la isla volveremos a ir allí sin duda

Local situado en medio de una finca de fresas. Se recomienda reservar. Las raciones muy generosas, la carne muy rica. La única pega que le pongo es que después de llegar con el rico olor a fresas todo el camino, no las hay en el menú…sería un buen postre a añadir en carta

Lugar unico,el trato familiar y atento,la calidad de la comida espectacular,se recomienda probar el vino blanco afrutado una delicia.

Nos gustó mucho, nos pedimos la tortilla de aguacate, que estaba muy rica, el vino de la casa tampoco estaba mal, unas croquetas que no llegamos a probar, porque se las zampó la niña, y unos pinchos de ternera cerdo y pollo. La hazaña nos salió por unos 50 €, comimos muy bien, muy recomendable, eso sí , reservar antes de ir.

Todo perfecto, gracia por amabilidad !

Excelente comida local, trato y ambiente 100% recomendable Un descubrimiento!!!

Buen sitio para ir en familia a comer

Restaurante muy original y local!! Comida muy deliciosa y sabrosa. Venta de productos de fabricación propia, de muy buena calidad. ¡¡Volveremos!!

El lugar genial pero muy caro para considerarse guachinche

Recientemente tuve el placer de visitar un rincón escondido en la isla, una finca que alberga un restaurante extraordinario, especializado en carnes a la brasa y gofio escaldado, entre otras delicias locales. Desde que llegamos, el escenario nos cautivó; la belleza natural del lugar se complementa perfectamente con la atmósfera acogedora y rústica del restaurante. Las carnes a la brasa estaban cocinadas a la perfección, con ese sabor ahumado y jugoso que solo la cocción al fuego lento puede ofrecer. El gofio escaldado, una maravilla tradicional, nos transportó con cada bocado a la esencia misma de la cocina isleña. El servicio fue impecable; el personal demostró una calidez y profesionalismo que solo añadió a la experiencia global. Se percibe claramente la pasión y el esfuerzo que ponen en cada detalle. Es un tesoro escondido que merece ser descubierto por aquellos que buscan sabores auténticos en un entorno espectacular. Sin duda, recomendaría este lugar a cualquiera que aprecie la buena comida y la naturaleza. ¡Esperamos volver pronto!