Gorde Taberna en Bilbao

Tradicional con la gente de bilbao con una tortilla increíble!!! súper superior! Recomendado para tomar una copa con un aperitivo en una auténtica Taberna de Bilbao.

Siempre que tengo visita en Bilbao no dudo en llevar a los míos a probar sus tortillas o sus "planchaditos", no defrauda!!

Nota mental: "volver a este garito cuando tenga que estar con alguien, cuya conversación no me interese demasiado". El volumen de la música dificulta la comunicación. Buena excusa!. Quería probar su tortilla porque había leído reseña en prensa. Yo encontré el pincho de la de cebolla (2,30€) justito de tamaño y con buena textura. El sabor no me pareció destacable, atendía un camarero simpático, pero tampoco se ofreció a templarla (hubiese mejorado). Variedad en barra, me llamaron la atención unas medias noches rellenas. La mezcla dulce/salado funciona bien. También hay raciones (ensaladilla, croquetas, patatas, zamburiñas), y "plantxaos". Toque vintage gracias a los vinilos expuestos, siendo el detalle deco más logrado las vigas a la vista del techo, y el mueble botellero en altura que recorre la barra. Eso sí, muy animado un sábado a las 22h. Si "gorde" significa "esconderse", se ve que aquí el personal apuesta por lo contrario.

Estamos de visita en Bilbao, y entramos de muy casualidad, pasábamos por ahí después de cenar para tomar una copa. Para nuestra sorpresa, un ambientazo, el chico de la barra que atiende es encantador y la música punky de fondo. De lujo , no cenamos ahi pero volveremos.

Una parada obligada, esta todo riquisimo pero destacar las croquetas de gambas al ajillo y las zamburiñas, todo ello gestionado por equipo humano de 10.

Los pinchos de tortillas están muy bien. Buen sitio

El ambiente maravilloso, los pinchos increíbles y la tortilla brutal, la atención de los chicos única, pero si quieres probar una buena tortilla aquí es el lugar indicado, la ensaladilla rusa la recomiendo mucho

En uno de los pocos locales del Casco Viejo que mantienen el aire de taberna de toda la vida. Limpio (a pesar de que a la hora que fuí ya había pasado la aglomeración de mediodía) y suficientemente iluminado. La barra es suficiente para un café o un vino, pero es estrecha para comerse un pincho. Afortunadamente tienen mesas altas donde poder sentarte a gusto. Café bien, pinchos mejor, vinos y otros, aún mejor. Los precios están ajustados, teniendo en cuenta la zona. El servicio es rápido y atento. Y tienen algunas portadas de discos en la pared que algunos no conocerán. Ah! Y es uno de los pocos que te dan ticket cuando te cobran. Minipunto para ellos.