Ginos - San Vicente en Sant Vicent del Raspeig

Nos han atendido de maravilla, merece la pena el pan de ajo. Los spaghetti de los peques un 10. Los camareros Izan y Candela son super atentos. El limonchelo es para repetir. La maitechu salió encantada. Volveremos sin duda

Muy buena experiencia, la atención de los camareros ha sido impecable, en especial la de Enrique, cuyo trato ha sido muy cercano y nos ha recomendado estupendamente. Volveremos.

me atendió Enrique más majo no pudo ser y el chico morenito y el de la coleta también sin duda volveré a venir la comida muy buena pero mejor el servicio

Muy buen ambiente, y comida excelente. Además el trato de Ángel Abraham fue inmejorable. Sin duda volveremos.

La comida estupenda. Y la atención inmejorable, Abraham y Enrique han sido las personas que nos han atendido, de 10

Un servicio excelente con Enrique y Moisés, súper amables y atentos. 🩵

Los camareros moises y Emilio de die

La comida está buena. Anoche en particular no les quedaba existencias de algunos ingredientes pero nos informaron antes de sentarnos a la mesa. El entrante qué pedimos fue croquetas de osobuco y estaban muy buenas. De segundo una pizza cada uno. En mi caso cómo no había champiñones me pusieron pollo, calzones de huevo con salsa boletus. El camarero muy amable. Repetiremos.

Excelente lugar sobre todo Mesonero moises atento cordial Y siempre sonriente

Fuimos a celebrar mi cumpleaños con mi pareja y la experiencia fue simplemente maravillosa. Desde que llegamos, el equipo nos hizo sentir como en casa, con una atención impecable por parte de Erika y Moisés, siempre atentos, cercanos y profesionales. El resto del personal también fue encantador. El ambiente del restaurante es cálido y cuidado al detalle, ideal para una ocasión especial. Los baños, impecables, reflejan ese mismo nivel de atención y limpieza. Comenzamos con un tinto de verano Bianco Moscato, ligero, afrutado y perfecto para abrir el apetito. Nos sirvieron unas aceitunas marinadas como detalle de bienvenida, sabrosas y muy bien aliñadas. Las croquetas de ossobuco fueron una auténtica delicia: crujientes por fuera, melosas por dentro y con una salsa de tomate especiada que las elevaba aún más. Como platos principales, pedimos el linguini con tartar de atún, que sorprendió por su frescura, el contraste de texturas y el toque de pistacho; y los fettuccini frutti di mare con gambón, con la pasta en su punto y una salsa intensa que sabía a mar. Todo estaba exquisitamente presentado, con sabores equilibrados y materia prima de calidad. Una cena que superó nuestras expectativas en todos los sentidos. Sin duda, un lugar al que volveremos. Recomendado al 100 %, tanto por la comida como por el cariño con el que fuimos atendidos.