Gazzusa La Guancha en La Guancha

¡Qué suerte tuvimos de encontrar este lugar por casualidad en nuestro camino, buscando un almuerzo ligero! Me encantó el ambiente acogedor del local. El dueño fue muy amable y charló un rato con nosotros a pesar de su ajetreado día. La pasta que preparó estaba increíble, con muchísimos sabores deliciosos. Nos encantó este lugar y volveríamos sin dudarlo.

Paramos a cenar durante nuestra estancia en un pueblo cercano. Mi pareja y yo pedimos una pinsa y una cerveza cada uno. Las pinsas estaban buenísimas y el dueño (que es de Sicilia) nos explicó las diferencias entre la masa de la pinsa y la de la pizza. ¡Todo un descubrimiento! Lo pasamos genial y los precios eran razonables; lo recomiendo.

¡Me encantó este lugar! Marco pone muchísimo corazón y pasión en su trabajo; su energía positiva es contagiosa. El café es perfecto y la pizza Stretto es una maravilla: masa esponjosa, corteza crujiente y la cantidad justa de ingredientes. Hecha con mucho cariño y buen rollo. ¡Qué ganas de volver!

Una excelente bienvenida por parte de Marco, quien gestiona el bar, la cocina y el comedor, además de los menús francés, español e italiano. Un aperitivo con productos de calidad, seguido de un excelente pintxo (¡el de 4 quesos, no se pierdan!). Gracias de nuevo por la velada que pasamos en su casa, a pesar de nuestra llegada tardía. 😎

Súper bien, se come del 10. La gastronomía te traslada a Italia, productos italianos 100%. Chapó por el jefe, cocinero y camarero (Marco)

Gran ambiente y comida increíble 😁

Durante nuestra estancia en La Guancha repetimos ambas cenas en el restaurante de Marco, y no fue por casualidad. La calidad de la comida, especialmente sus pizzas, nos conquistó desde la primera noche. Además, Marco se preocupó por preparar pasta sin gluten para nuestros hijos celíacos, y ambos quedaron encantados, sobre todo con la salsa de tomate. Lo mejor, además de la comida, es el trato cercano y amable de Marco. Hace que te sientas como en casa y es fácil entender por qué muchos repiten. Un sitio recomendable si buscas buena comida casera y un ambiente acogedor.

Las porciones eran muy pequeñas, las costillas estaban demasiado saladas y el Sprite estaba caliente. No lo recomiendo.

Paramos en bicicleta para repostar y sentimos que el chico que lo manejaba estaba encantado de ayudarnos a comer lo que íbamos a disfrutar, teníamos patatas con guacamole casero y ensalada de atún, comida y servicio de calidad 😀

Trato impecable por parte de Marcos, que es el dueño y cocinero. Sitio familiar. Comida hecha con cariño y aunque estaba solo ese día pudo atendernis de maravilla.