Gastrobar Pinin en Llanes

Un restaurante de visita obligada en un viaje a Llanes.Este pequeño restaurante no solo conquista por su comida, sino por el cariño con el que te reciben desde que cruzas la puerta. El trato es cercano, atento y muy humano, como si te estuvieran esperando. Se nota que aquí el cliente importa de verdad. El servicio fue impecable: rápidos, siempre con una sonrisa y dispuestos a adaptarse a lo que necesites. Cada plato llegó en su punto justo, con una presentación cuidada y sabores que se notan hechos con mimo. Es ese tipo de lugar al que uno quiere volver, no solo por lo que comes, que es un placer por la calidad de sus productos y por la mano de Tristan, que es otro nivel.. sino por cómo te hacen sentir. Un sitio pequeño, sí, pero muy acogedor y con un corazón enorme. Totalmente recomendable.

No nos invitaron a unos chupitos habiendo gastas 550 euros, enciman cobran 2 de más, el trato es amable. La tablas de queso te cuesta 10 euros en una tienda cualquiera de la zona

Siempre es una gran opción para comer en Llanes. El pescado a la plancha es de otro nivel: fresco, en su punto, con ese sabor que solo da la buena mano y la experiencia. El trato es de casa, de los que ya no quedan, y la relación calidad-precio es inmejorable. Para mí, es un sitio imprescindible en Llanes. Da gusto volver una y otra vez.

Buen producto y buen trato a precio acorde. Poco más que añadir. Mención especial a las anchoas.

Excelente calidad así como la presentación sitio tranquilo y muy buen trato muy recomendable

La comida muy rica. Destacar que la misma cocinera nos tomó la comanda y nos traía la comida, muy simpática. Nada que decir con los hombres que subían y bajaban, un carácter bastante seco.

Súper atentos y muy rica comida estuvimos 4 días en Llanes y repetimos cada día sin duda lo recomiendo

Un buen sitio para comer en el centro de Llanes, pequeño y con encanto. Tiene terraza pequeña también. Hay que reservar ya que solo tiene 4 mesas. Tiene especialidad en pescados, aunque no los comimos. Recomendable las mollejas.

Creo firmemente en obtener lo que pagas, y Tristan y su equipo personifican una excelente relación calidad-precio en lo que considero una excelente experiencia gastronómica. Todas las delicias culinarias locales de la zona se reúnen en un menú variado, vibrante y recién elaborado. El Pinin ha aprovechado su reducido espacio para ofrecer una experiencia verdaderamente local. No encontrará las típicas tapas españolas habituales en el menú del restaurante, sino que disfrutará de buena comida local cocinada por expertos. En cuanto al bar, espera que esté lleno durante los períodos festivos, pero siempre hay una gran variedad de "pinchos" (pequeños sándwiches), con diferentes sabores para todos los gustos, que sin duda te mantendrán activo mientras pruebas su extensa colección de vinos. Definitivamente recomendaría una visita, especialmente si desea una auténtica experiencia gastronómica asturiana fuera de las trampas para turistas habituales.

Quiero destacar en primer lugar la excelente calidad del producto, tomamos para siete comensales un Rodaballo y un lenguado que no podían estar más frescos, pero más importante el tratamiento de la plancha que le dieron a ambos pescados¡¡ espectacular. de entradas pedimos una ensalada de tomates,cebolla y aguacate, unos boquerones en vinagreta, y unos calamares fritos que también se notaba que eran de calidad. Recomendable el reservar, dado que no tiene mucha capacidad. para mi a la altura de otros restaurantes ( Balamu, Mirador de Toro) en cuanto a la calidad del producto