GastroBar Pasión en Valladolid

Fuimos a Valladolid de viernes por una competición deportiva, para cenar estaba todo hasta arriba y encontramos justo una mesa después de que la dejara una pareja. Qué hermosa casualidad porque comimos estupendamente, los chipirones a la plancha espectaculares y la cazuela de bacalao que nos aconsejó la señora también. Tanto nos gustó que repetimos el sábado para cenar y además de repetir los chipirones probamos las carrilleras todo buenísimo. El servicio espectacular, nos atendió un camarero jovencito morenito súper profesional y eficiente al que felicitamos personalmente por su buen hacer porque hacía mucho tiempo que no veía alguien así. Lo recomendamos a todo el mundo y lo apuntamos para futuras visitas.

Excelente todo! El camarero un crack, la relación calidad precio insuperable. Provoca seguir comiendo y no parar jajaja.. repetiremos.

Me encanta la comida y las tapas, TODOOOO está buenísimo. El camarero (no sé cómo se llama, sólo sé que es sudamericano) es un profesional extraordinario, trata fenomenal a los clientes y es rápido y competente. El único problema es que el local es muy pequeño y a veces es complicado tomar y picar algo sino se ha reservado previamente. Es de mis lugares favoritos para tomar y comer una tapa en Valladolid,.

Muy buena calidad de la comida y servicio. Hay un camarero muy bueno en la atención y el servicio (Jon). Volveremos

Sitio pequeño, con opciones muy ricas para comer con buena relación calidad precio y un servicio agradable.

Super recomendable, buen trato, buena comida casera, ambiente acogedor. Repetiremos sin duda cuando vuelva a Valladolid.

Muy bien . Todo delicioso. La caña excelentemente tirada. La ventresca de bacalao con su guarnición merece la pena. Txipirones a la plancha y rebozados muy ricos , la presa ibérica con buen sabor y las patatas que lleva estaban deliciosas , pero los pimientos tamto el verde como el rojo eran insuperables.

Hemos comido allí hoy. Ha sido una comida de trabajo. Se ha esforzado es preparar un menú a nuestra medida para degustar sus platos más icónicos sin hacernos esperar demasiado. La comida ha sido un éxito rotundo. Todo lo que hemos probado absolutamente delicioso: los chipirones, las carrilleras, los callos…todo! Los pinchos de la barra también son la leche. Y el precio muy acorde. Volveré siempre que vaya a Valladolid.

Una cocina fabulosa. El camarero que atiende la terraza es majísimo y muy servicial

Servicio muy bueno. Poca ración y caro.