Gascona en Sevilla

Trato excelente,comida espectacular, 100%recomendado. Gracias

Buenas tardes. Trato excepcional. Encantadores todos.

Espectácular siempre, la torrija genial.

Una experiencia brutal. Comida brutal y el trato genial. Lidia fue nuestra camarera y es un encanto de chica. Recomiendo ir.

Puede parecer extraño ir a un restaurante de cocina asturiana en Sevilla, pero no es así ya que aunque Sevilla tiene una identidad culinaria propia también tiene una amplia variedad gastronómica donde encontrar restaurantes especializados en cocinas de diferentes regiones de España. El restaurante Gascona es un excelente ejemplo de esto, un local donde se puede degustar desde una buena fabada hasta unos cachopos espectaculares. Este restaurante, ubicado en pleno barrio de Triana, tiene un salón comedor bastante amplio con un ambiente acogedor y agradable, decorado con elegancia y buen gusto. Tienen una carta amplia y variada con entrantes, arroces, marisco y una excelente carne a la parrilla. La comida es exquisita. Una cocina tradicional asturiana bien elaborada con materias primas de calidad y con una buena presentación, cuidando siempre de cada detalle. Muy recomendable el cachopo al cabrales o la fabada, espectaculares. Los postres son caseros. Tienen una buena carta de vinos con caldos a precios bastante razonables. Y, claro está, tienen también botellas de sidra natural, servidas con un escanciador eléctrico. El servicio es muy bueno, atentos y amables, pero sobre todo muy profesionales en su trabajo. Un estupendo restaurante donde disfrutar de una buena comida asturiana. Un local imprescindible si lo que buscas es calidad a buen precio y un buen servicio. Excelente relación calidad-precio. Un restaurante al que, sin duda, pensamos volver.

Comida, servicio y bebidas increíbles... y el lugar es muy tradicional y moderno a la vez. Una vez más, la comida es deliciosa 😋 debes probarlo si vienes a Sevilla.

Felicitar a todo el equipo por la atención prestada este pasado domingo 23/11 en el almuerzo de 35 comensales todo muy bien organizado y la paciencia que tuvieron con nosotros ,la comida de 10 ,gracias .

Visitamos Gascona después de ver las buenas valoraciones, y aunque los precios eran razonablemente justos, lamentablemente nos fuimos bastante decepcionados con la experiencia en general. El mayor problema fue la falta de orientación al pedir. Terminamos con tres entrantes: camarones rebozados, croquetas y chorizo ​​rebozado (que decía frito, pero no esperábamos rebozado). Todos eran platos contundentes y fritos, servidos sobre la misma base de patatas fritas y con la misma salsa en el caso del chorizo ​​y los camarones. Fue una pena que el camarero no interviniera para sugerir una selección más variada. El servicio se sintió un poco errático, pero quizás sea mi ingenuidad con respecto a la cultura española. Nuestro plato principal, el Arroz Gascona, se sirvió en la mesa mientras aún comíamos los entrantes, y nos lo sirvieron 10 minutos después, de nuevo mientras aún comíamos los entrantes. El arroz estaba demasiado salado, y la ternera estaba dura por la grasa sin derretir. Además, los camarones no estaban desvenados, lo cual parecía un detalle básico que la cocina pasó por alto. Nuestro camarero era amable y se notaba que trabajaba duro, pero la iluminación intensa y la sensación general de prisa hicieron que el ambiente fuera incómodo. La decoración era preciosa, pero no se aprovechó al máximo. También nos decepcionó un poco la solicitud directa de dejar una reseña, que parecía priorizar la gestión de la calificación sobre la satisfacción real. Esperamos que el restaurante mejore la calidad de la cocina y la consistencia del servicio, ya que podría ser un lugar excelente.

Ambiente muy andaluz y animado, con servicio rápido y amable. Probamos varias tapas (el salmorejo y la tortilla de camarones espectaculares) y un cochinillo asado delicioso. Buena relación calidad-precio. Muy recomendable para disfrutar de comida típica sevillana.

Sitio muy agradable y con comida espectacular. Fuimos atendidos por nuestro camarero, Adrián, que nos guió estupendamente tanto en los platos como en las cantidades. Estuvo muy pendiente de nosotros durante la velada y fue muy ameno. La comida fue un acierto: vieira gratinada, croquetas de langostino y rape y calamar de potera. Los postres no se quedaban atrás. Disfrutamos mucho del rato y de la atención. ¡Seguro que repetiremos!