Garnache Restaurante en Miguel Esteban

La comida es excepcional, el ambiente, exquisito, el servicio es aún mejor, y Juan, el camarero que nos atendió, un fenómeno.

El restaurante lo hizo excelente. La comida estaba deliciosa y el ambiente muy agradable. Quiero destacar especialmente la atención de Juan y Pablo, los camareros, que fueron súper atentos, amables y profesionales durante toda la visita. ¡Gracias por hacer la experiencia aún mejor!

Alimentos frescos y de primera, en un entorno moderno y cómodo. Excelente relación calidad/precio. Repetiré seguro.

Gran calidad! Comimos fenomenal de menú. Los dos camareros que nos atendieron encantadores y muy educados. Les pedimos poder cambiar la música que tenían (regueton) y lo hicieron sin problema. Todo un detalle. Gracias!

Degustamos varios platos, teniendo en cuenta la recomendación del personal, nos encantaron. Buen servicio, rápido, el camarero, Juan, es un encanto.

Es por lo menos la décima vez que comemos allí y nunca puse nada, pero 3sque se lo merecen, seguir así, buena comida, buen ambiente, y económico, yo siempre que puedo lo recomiendo

Restaurante precioso con un personal súper profesional y un trato inmejorable. Y la comida excepcional todo de 10 sin lugar a duda repetiremos y lo aconsejaremos a nuestros contactos. Muchas gracias a Jesús por su atencion y profesionalidad y a Angel darle la enhorabuena por su Restaurante . Si. duda volveremos

Sin duda, uno de los referentes gastronómicos de La Mancha. Servicio rápido, amable, comida (recomiendo la tempura de verduras) exquisita y decoración interior con muy buen gusto. Gracias a restaurantes como el Garnache, Castilla La Mancha se va consolidando como uno de los principales destinos gastronómicos de España.

Muy buen sitio y una comida muy buena. Solo nos fastidio el jamon de los huevos rotos que toco muy salado.

Una joya gastronómica en Miguel Esteban: Garnache Desde que entras por la puerta, sabes que estás en un lugar especial. Garnache es mucho más que un restaurante: es una experiencia que combina tradición, creatividad y un trato exquisito. Cada detalle está cuidado al máximo, desde la decoración elegante y acogedora hasta la presentación impecable de cada plato. Probamos varios platos y todos fueron simplemente espectaculares, pero si tuviera que destacar algo sería la lubina en tempura y la Tarta de queso casera. El equilibrio de sabores, la calidad de los ingredientes y la presentación son de otro nivel. El servicio es otro de sus puntos fuertes: cercano, profesional y con un conocimiento perfecto de la carta y los vinos. Te hacen sentir como en casa desde el primer momento. Si estás por la zona, no puedes dejar de visitarlo. Y si no lo estás, vale la pena el viaje solo por venir a Garnache. Sin duda, uno de los mejores restaurantes que he visitado en mucho tiempo. ¡Repetiremos seguro!