Futbol Bar Restaurante en Barcelona

Un santuario para los aficionados al fútbol, ​​especialmente los del Barça. Nos lo pasamos genial. ¡Solo puedo recomendarlo! Bánfi József Attila Budapest

Nos recibieron con tanta amabilidad al llegar, como si fuéramos unos completos desconocidos, que inmediatamente nos sentimos como en casa en medio de un país extranjero. 😍 No esperaba que la comida fuera tan deliciosa y sofisticada. ❤️ El equipo es genial, los jóvenes camareros también son profesionales y muy inteligentes. ¡Gracias por la experiencia! Les deseamos todo lo mejor y esperamos poder volver a visitarlos. 🙏🏽

Es todo muy bueno; las cervezas y la atención siempre de lo mejor. Respecto a las comidas y como sugerencia ofrecer más variedad de acompañamientos para bebidas (distintas opciones de papas, alguna tapa sencilla, o bien alguna bocata).

Como dueño de un restaurante, me encantaría venir aquí todos los días, pero lamentablemente nos separan varios países. La comida, el servicio y el ambiente son de primera. ¡Gracias por existir! Quien se pierda este lugar lo lamentará, especialmente los húngaros.

Excelente hospitalidad, personal amable y atento. Restaurante acogedor. Si estás en Barcelona, ​​¡no te lo pierdas!

Comida deliciosa, buen servicio.

¡Comida y cervezas increíbles! Si eres aficionado al fútbol, ​​este lugar es imprescindible.

¡Imprescindible para los amantes del fútbol! ¡Propietario amable y buen servicio!

Se lo recomiendo muchísimo a todo el mundo.

Durante nuestra estancia en Barcelona, ​​mi mujer y yo oímos hablar del lugar por internet y, sin duda, queríamos visitarlo. Al llegar, Péter, el dueño, nos recibió con una cálida bienvenida, y al entrar en el Futballarium, quedamos cautivados por el encanto del lugar, las numerosas reliquias y el ambiente. La amabilidad y hospitalidad del personal trajeron un toque húngaro a Barcelona. Su cerveza Futballarium, hecha especialmente para ellos, y la pálinka de ciruela húngara que sirvieron fueron sensacionales. El ambiente del lugar se vio aún más realzado por el hecho de que el dueño, Péter, y su pareja, Erika, nos recibieron con mucha amabilidad, y los otros dos miembros del personal, Tamás y Barbi, también hicieron todo lo posible para que nos sintiéramos no solo entre buenos amigos, sino como si hubiéramos vuelto a casa. Recomiendo Futballarium a todo el mundo, especialmente a los húngaros, porque realmente es como estar en casa incluso a 2500 km de distancia. Estoy seguro de que los visitaré cada vez que visite Barcelona.