Furancho A de Marcos en Meaño

Todo un descubrimiento, cenar bajo las parras es toda una experiencia. El personal muy atento y la comida muy bien.

Sitio espectacular y comida buenisima. Lo recomendaremos y volveremos sin duda. La atención muy cercana y amable

Comida muy bien, todo muy rico. Mención especial al entrecot. La atención muy buena, hay que reservar con antelación, pero mejor así, evitas colas y la atención es mucho mejor.

El broche de oro a un día de vacaciones maravilloso. Cenamos de lujo bajo la parra, con recomendaciones acertadas y un trato fenomenal. Así da gusto… ¡volveremos seguro! ✨

todo impecable. buena comida, servicio, eficientes… no se le puede sacar una pega a este sitio. en un viaje que hicimos de una semana, repetimos tres veces de lo bueno que estaba todo. sin duda un lugar al que ir con familia y amigos. un 10!

Todo excelente!!!! Buena comida y el trato inmejorable. Para repetir siempre.

Nos encantó la experiencia. El lugar precioso, la comida excepcional y el servicio de 10. Probamos sus zamburiñas, la tortilla de patatas y el entrecot de vaca, y el vino de la casa: todos un acierto.

Fuimos, a comer sin reserva y fueron muy amables y nos buscaron sitio. La comida casera y bien preparada, buen servicio, amables.

Espectacular. A de Marcos es parada fundamental en las vacaciones. Comida riquísima y trato excepcional. Gracias a Marcos y su súper equipo

Como amante de la buena gastronomía gallega, descubrir el Furancho A de Marcos ha sido una auténtica maravilla, ya son más de 4 años repitiendo. Este lugar no es solo un sitio donde comer: es una experiencia que combina tradición, cercanía y una calidad excepcional en cada plato. Desde el momento en que llegas, te sientes como en casa. El ambiente es rústico, auténtico, sin pretensiones y con ese encanto especial que solo los furanchos saben ofrecer. Marcos y su equipo te reciben con una sonrisa sincera y una atención de diez. Se nota que aman lo que hacen. La comida… ¡espectacular! Hemos probado de todo en estos años, desde unas zamburiñas fresquísimas y una empanada casera que nos dejó sin palabras, no podemos dejar atrás las croquetas y el espectacular entrecot de vaca vieja. Todo regado con un albariño de la casa (cosecha propia), servido frio como manda la tradición. El sabor es 100% gallego, sin artificios, con producto fresco y bien elaborado. Lo mejor es que aquí no vienes solo a comer, vienes a disfrutar de una experiencia local auténtica, sin filtros turísticos. Se nota que es un sitio de confianza para la gente del pueblo, y eso siempre es buena señal. Volveré, sin duda. ¡Las vacaciones no serían lo mismo sin esas sobremesas interminables a las que furancho a de Marcos y su entorno invitan!