Muy satisfactoria experiencia. En este restaurante puedes descubrir otro tipo de comida china bastante diferenciada de la típica comida cantonesa que todos conocemos. Más auténtica y similar a cómo se come en China.
Y vale mucho la pena porque además está muy bien hecha y bien presentada. La decoración del local también es diferente, tiene un aire moderno interesante.
Me atrevería a sugerir que expusieran los precios en la entrada (la gente solemos ser poco atrevidos y más en Catalunya a este respecto) y incorporaran un menú diario los mediodías laborables para facilitar que la gente pudiera descubrirlo.