Fonda Biayna Restaurant en Bellver de Cerdanya

Estuve el fin de semana y fue una experiencia realmente grata. Aunque vi que tiene una puntuación baja en Google, quiero destacar que eso ya no refleja la realidad del lugar: hace poco cambiaron los propietarios y ¡se nota el cariño con el que están llevando todo! La Fonda es preciosa, con detalles cuidados y un ambiente tranquilo. Las habitaciones son sencillas pero limpias y acogedoras, perfectas para descansar. El desayuno tiene lo necesario y todo está rico (embutidos muy buenos) y fresco, ideal para comenzar bien el día. Lo que más destaco es la amabilidad de los nuevos dueños. Son muy atentos, siempre con una sonrisa, y se nota que se esfuerzan por ofrecer un servicio cálido y personalizado. La terraza es un rincón maravilloso: soleada, linda y perfecta para relajarse. También tienen restaurante, que no llegué a probar, pero definitivamente volveré para hacerlo. Un lugar con mucho potencial, al que le deseo todo el éxito. ¡Vale la pena ir!

Es un hotel con encanto! No solo las instalaciones son muy lindas sino que han cuidado los detalles. Las habitaciones están muy bien, colchón y almohada geniales (esto cuesta de encontrar a veces). Además la atención es más que de 10, súper cercanos, en todo momento hacen porque estés bien y no se dejan ningún detalle de atención, realmente volveremos y lo recomiendo. Tiene tb una terraza chula para desayunar o tomar algo, además de que el pueblo es muy bonito. Muchas gracias por toda la atención estos días!❤️

Hemos pasado unos días en la Fonda de Biayna y ha sido una experiencia excelente. Las habitaciones son cómodas, limpias y muy acogedoras, y el restaurante nos ha sorprendido muy positivamente: platos caseros, bien elaborados y con muy buen gusto. Pero lo que más nos ha gustado es el trato del personal que la gestiona actualmente. Son personas cercanas, atentas y de gran amabilidad. Nos han hecho sentir como en casa desde el primer momento. También queremos agradecer especialmente los detalles que han tenido con nuestro perro: le prepararon una cama y un cuenco de agua para que estuviera muy cómodo. ¡Todo un gesto! Es un lugar perfecto para desconectar, comer bien y sentirse acogido. ¡Sin duda, lo recomendamos!

La nueva dirección (a partir de la primavera de 2025) está haciendo un gran trabajo y merece todo el éxito en este negocio. Fueron muy acogedores y atentos y nos brindaron una estancia corta fantástica que sin duda repetiremos. También apreciamos lo fácil que hicieron viajar con nuestro perro. El desayuno valió la pena con una buena selección de opciones de calidad. También cenamos en el restaurante que servía excelentes platos principales y postres caseros. El hotel está en una ubicación estupenda para explorar la Cerdanya.

Está muy bien precio calidad. Habitación correcta, limpia. Muy amables en todo momento.

Una fonda del 1820 espectacular de bonita,se duerme muy bien,es tranquila tienes secador toallas y gel/champú que huele muy bien,la ducha es moderna y el agua sale muy caliente👏👏 volveré! A sido un fin de semana de relax total 🙌 El lugar en si es muy cuqui y la gente que lo lleva es muy servicial y amable❤️

100% recomendable! Ambiente acogedor, comida de calidad y proximidad, y un trato del personal excelente.

El cambio de propietarios ha dado un giro de 360 ​​grados en positivo, muy positivo. Trata maravillosa y muy buena comida.

Nos alojamos para ir a esquiar a la masella y aunque está a unos 25 minutos en coche, el pueblo es muy bonito, valió la pena. El hotel es muy acogedor, la habitación cálida y funcional. Los desayunos buenos y Raquel, la anfitriona, súper simpática y servicial. Ojalá podamos volver

¡Una experiencia impecable! Tuve la suerte de cenar en este restaurante y sólo puedo decir que mi experiencia fue excepcional. Desde el primer momento, el trato fue cercano y muy profesional, haciendo que nos sintiéramos como en casa. Los timmings del servicio fueron perfectos, sin prisas pero con una atención constante. Por lo que respecta a la comida, cada plato era una auténtica delicia. La sopa de cebolla simplemente espectacular, con un genial equilibrio de sabores. Y el tatin de pera… sin palabras, un final dulce y perfecto. Además, el ambiente acompaña la experiencia: una preciosa casa señorial, decorada con mucho encanto y un aire acogedor que invita a disfrutar del momento. Sin duda, ¡un restaurante para volver y recomendar!