Farah en Madrid

Muy interesante propuesta, pero les falta rodaje, particularmente en: - El mantenimiento del cuarto de baño de caballeros (a las 22:00 horas ya no había ni jabón ni toallas) - La dinámica del servicio (tardaron 50 minutos en traer el primer plato; nos preguntaron 3 veces qué queríamos beber y 2 qué queríamos cenar, confiando en la memoria de las diferentes personas que nos atendieron, que claramente no compartían entre ellos la información) El servicio además, en 2 ocasiones, nos trajo cosas que eran para la mesa de al lado... Existen sistemas electrónicos que resuelven estas situaciones. Dicho lo cual: comida muy rica; postre de "chocolate negro con aceite de oliva y cristales de sal" impresionante; carta de vinos interesante, algunos de ellos con la posibilidad de ser servidos "por copas". El personal es muy agradable y nos pidieron disculpas en 2 ocasiones. Nosotros esperamos. Pero en una mesa cercana la espera se vivió con otro talante... Un local cuya oferta promete, pero que debe cuidar los detalles antes reseñados. La sensación es que estaban sobrepasados. Imprescindible reservar.

Restaurante magnífico, muy buen ambiente, la comida y la presentación de diez. Recomiendo totalmente los dippeos de entrante y la ensalada de tomates que parecen de Loewe, lo más. El postre knafe es una absoluta delicia

Sitio muy sin más. Es bonito y con ambiente agradable. La comida me pareció normal para el precio que no es barato. El rollo entre el personal se percibe malo y hay malentendidos entre ellos que afectan a los clientes.

Hemos comido hoy en Farah, la comida está rica , pero las raciones son muy pequeñas para el precio, y el servicio ha sido desastroso.

Bueno… tenía muchas ganas de venir a este lugar, muchas recomendaciones también, muchos tiktoks… pero no me ha terminado de encantar. Llegamos y no tenían preparados los espacios, eso sí muy a amables cambiaron de la barra a una mesa. Tardaron bastante a atendemos pero estábamos ocupados halando… tampoco fue excesivo. Si muy descoordinados los camareros viniendo varias veces cuando ya habíamos sido atendidos. Nos recomendaron bien, tanto comida como el vino… muy rico por cierto y muchas gracias por la última copa a la que nos invitaron. Pedimos unas vieras que no tenían sal… y además faltaba sabor por todos lados, mal… El kebab rico… pero nada memorable, el resto de cosas para dipear con pan bien pero tampoco nada del otro mundo. Postre rico… Ambiente agradable, oscuro eso sí… difícil leer la carta… Resumen… esperaba mucho más y se quedó en un lugar normalito en el que no vas a encontrar nada del otro mundo.

Mi restaurante favorito, vuelvo siempre que tengo oportunidad, los sabores y la calidad son increíbles y el trato inmejorable. Ahora que cambian de local les deseo toda la suerte del mundo y que sigan con su buen hacer. Nos seguiremos viendo ✨️

¡Comida, servicio, personal, todo genial! ¡Lo recomiendo muchísimo! Una joya en el barrio 💎

La comida es muy buena, se nota que la hacen con amor y que es de calidad! Es la segunda o tercera vez que venimos, recomendación siempre hacer reserva. No se lleva las 5 estrellas por que dos veces se les olvidó algo de nuestro pedido y tuvimos que volverlo a pedir o nunca llegó, no fue grave pero impacta en la valoración 🫠. Estaría rico tener una opción más en platos principales para vegetarianos.

La comida era increíble El servicio fue increíble Recomendaría encarecidamente este restaurante - lo encontré por casualidad y me dieron una mesa por casualidad y vaya

Estábamos pasando por FARAH cuando los platos en las mesas de frisco llamaron nuestra atención. Como no teníamos una reserva tuvimos que hacer una reserva y volver en media hora. Estábamos sentados en la mesa del bar y teníamos un reloj fascinante de los lados que estaba siendo ensamblado por la propia restauradora - Heeba. Conversamos con ella y además de la calidez, nos animó escuchar su historia de lucha empresarial. La comida sobrevivió a nuestras expectativas. Ojalá hubiéramos descubierto este lugar antes ya que es nuestra segunda última noche. La más deliciosa fue la ternera con melaza de granada y piñones. Baba Ganoush también estaba golpeando los labios.