Eume d'arrels senzilles en Mataró

Un restaurante muy recomendable al que voy a volver. Cuidan mucho los platos. Es ideal para compartir zamburiñas, navajas, cigalas, ostras … Lo veo más de pescado que de carne. Los jefes son muy agradables y el servicio más que bueno. Me puse tibio y nos zampamos 2 botellas de vino entre 5. Salió a 50 € por persona incluyendo postres caseros y café. Os dejo fotos

Restaurante que ofrece una cocina de raíces gallegas, con muy buena ejecución por parte de Chef-Propietario Franc. Buen producto con unas muy buenas bases de cocina de puchero y todas ellas elaborados con mucho esmero y complicidad. Arroces buenísimos, pescados y mariscos frescos y de calidad. Bodega con una variada oferta, donde destacan los vinos gallegos. Servicio atento y profesional, en un local agradable, con pocas y amplias mesas, en donde se disfruta de la gastronomía.

Hoy hemos vuelto porque siempre que vamos nos gusta todo, la ensaldilla es inegociable, si o si siempre la pido, es con atún fresco y está buenísimo. Roland se ha pedido dos ostras y ha hablado durante 15 minutos y eso que se las ha comido. n 15 segundos. Hemos compartido un rodaballo al horno con patatas, ¡fresquisimos! De postre unos canutillos de crema muy buenos. Eume nos gusta mucho, tienen muy buen producto, es un lugar muy acogedor y son muy agradables, el menú del mediodía también es una muy buena opción.

El pulpo a la gallega espectacular y una buena sartén. Nos han faltado postres para elegir y los que hemos elegido no nos han acabado de agradar. Uno de ellos eran unos "canutillos" traídos de Galicia rellenos de una crema pastelera que sí hacen ellos y que no nos ha acabado de agradar. Según nuestro punto de vista el vino que ponen a copas es demasiado especial (el tinto) y nos hubiera gustado más uno que fuera más equilibrado y neutro. El servicio por parte del camarero muy correcto, pero la otra persona que nos trajo los cafés tuvo un par de detalles que no nos parecieron correctos. Si pedimos café mucho, muy corto no puede que nos lo sirva hasta arriba de la taza de café. Y nos dio la impresión de que necesitaban la mesa (había libras todavía) cuando al pasar por delante nos sacó, sin decir palabra, las copas de vino. En el siguiente viaje nos sacó también la copa de agua. Sí lo hizo porque estaba vacía, pero si no lo comunica o lo explica, parece que ya necesitan la mesa. Y si así fuera, creo que es más correcto esperar a que nos vayamos ya que no hacía ni cinco minutos que nos había pasado los cafés. Llegamos en frío y nos fuimos en frío. Había otra mesa en la que la mujer no se quitó la chaqueta mientras comía.

Uno de mis restaurantes preferidos, buen producto, buena cocina, excelente servicio y buena relación calidad-precio

Producte de molt bona qualitat. Recomano el carpaccio de llobarro salvatge, la terrina de foie-micuit casolana i les cocotxes de bacallà amb salsa verda. De postres vam demanar variats per compartir, tots molt bons, en especial el pastís de formatge i el pastís de Santiago casolà . De vi blanc ens van recomanar un de gallec, Samairás, que ens va agradar molt. Repetirem visita.

Alimentos de 1ª calidad, elaborados al momento. El responsable de sala muy correcto en sus recomendaciones. El propietario es el cocinero y sabe de productos gallegos. Variedad de vinos. La tarta de queso riquísima.

Fuimos ayer guiados por las reseñas ehhh !!! Experiencia que pensamos repetir. Los platos bien preparados y presentados con una calidad difícil de superar👏🏻👏🏻 La atención del camarero es insuperable. Muchas gracias por deleitarnos de vuestra profesionalidad 👏🏻👏🏻

Uno de los mejores sitios de Mataró, y de toda la comarca

Fuimos a cenar el sábado. Iba con muchas expectativas y las superó con creces, tanto por la comida como por parte del servicio. La persona que nos atendió estaba pendiente todo el rato y nos aconsejó muy bien a la hora de pedir. Pedimos varios platos para picar y el arroz con bacalao y navajas que estaba increíble y te dejan escoger como lo quieres (seco, meloso..). Y para terminar una tarta de queso espectacular. Al salir, hablamos un rato con el dueño que nos pareció una persona majísima. Volveremos sin dudarlo.