En Alaró perdido estaba, algo de cenar buscaba. Es un pueblo precioso, pero es muy costoso. Venía yo de una cata de cerveza desastrosa, tan solo quería poner pies en polvorosa. Este Gourmet tenía tanto alcohol en vena, que era más inflamable que una cayena. Así conducir hasta mi hogar no podía, el Policeman de Leticia Sabater dentro de mi sentía.
No fue nada fácil de encontrar, un lugar donde mucho no gastar. Topé con una joya escondida, donde di una buena mordida. En Es Xiringo me trataron con afecto y me sirvieron un manjar perfecto.
Pedí una hamburguesa y estuvo de muerte, encontrarlos fue una gran suerte. Muy buena calidad y gran atención, a todo hay que hacer mención. ¿Qué más puedo pedir que una carne tierna y que no me cueste una pierna?
El local al aire libre es agradable y su decoración respetable. A veces lo simple es lo mejor, y más si te tratan con dulzor. Muy recomendable y también es barato, porque este pueblo caro lo es un rato. Sinceramente a Es Xiringo yo sí que volvería, una hamburguesa así otra vez me zamparía.