Entrevinas y Olivos en Laguardia

Personalmente, el lugar me parece encantador, muy bien cuidado y cargado de historia. Quizás el día que fuimos tenían alta carga de trabajo, porque había un camarero estupendo atendiendo dentro pero, la chica que nos atendió en terraza (que seguramente sería nueva) no conocía el producto y no supo aconsejarnos. Pedimos varios platos para picar y no es que nos encantaran precisamente, por lo que creo que el precio se justifica más bien por donde está situado el restaurante. Pedimos el paté, la tabla de quesos, la cecina (que fue lo que más nos gustó), chipirones en su tinta, carpaccio de bacalao y 3 copas de vino que sí que estaba muy bueno. 3 personas 82,40€

Es una buena opción para tomar algo. Nos decepcionaron un poco las tostas, al ser su especialidad pensábamos que serían espectaculares. Estaban ricas, pero nos esperábamos el pan calentito y no fue así, y faltaba algo más de queso para nuestro gusto. La ensalada muy rica y además los trozos de queso de cabra son grandes. El coulant de chocolate blanco estaba espectacular, uno de los mejores coulants que he probado nunca! La torrija tenía la textura perfecta pero le faltaba algo de azúcar y no tenía canela. Una buena opción para comer.

Es un sitio precioso y acogedor. Hemos disfrutado de la comida con una música fabulosa y atendidos por personal profesional, correcto y encantador. Los vinos y las cervezas en su temperatura perfecta y riquísimos. La comida espectacular y a un precio asequible: gambas, queso idiazabal, pinchos variados y coulant de chocolate. Es un sitio más que recomendable. Se apreciaba que la clientela es asidua, lo que dice mucho de un lugar. Estar especializado en turistas que solo pasan una vez y no vuelven es fácil, lo difícil es fidelizar clientela! Nos han hecho disfrutar del fin de nuestra visita a Laguardia y nos han dejado con muchas ganas de volver!

Lugar curioso y agradable, pero uno por el ruidoso. Buen picoteo. No perderse las tostadas. Personal muy amable.

Local súper agradable , donde hacer un aperitivo , tapas o comer . Todo excelente

Encantador local situado en un viejo lagar mínimamente modificado. Ambiente completamente informal, cocina sin complejos y vinos a raudales. Precios muy razonables. El acceso puede ser algo difícil para discapacitados. No veo posible acceder a los servicios en silla de ruedas.

Encantador... El servicio y la comida muy bien.. Volveremos.

Vinoteca, pequeña pero acogedor, ideal para tomar un buen vino, acompañado de unas tostas, tabla de quesos o embutidos. Local con estilo rústico, cuenta con una pequeña cueva en su interior, me ha gustado que el vino blanco lo tengan a su temperatura ideal, calidad precio bien!!! Volveremos!!!!

Restaurante para comer unas tostas, local acogedor y muy original. Personalmente creo que se le podría sacar más partido introduciendo algún plato más en la carta, sobre todo segundos. De todas formas el restaurante es recomendable.

Disfrutamos de una comida en familia en un restaurante con mucho carácter, ubicado en una antigua casa de Laguardia que conserva todo su encanto. El ambiente es original y auténtico, lo que hace que la experiencia sea aún más especial. Las tostadas estaban deliciosas y los platos principales fueron bastante originales, con combinaciones de sabores que nos sorprendieron gratamente. Las porciones eran adecuadas y, al tratarse de platos bastante innovadores, la experiencia se volvió aún más interesante. El precio es un poco elevado, aunque la calidad de la comida y la atmósfera del lugar merecen la pena. Este restaurante está más orientado al picoteo, ya que también funciona como bar, lo que le da un ambiente relajado y animado. No estoy seguro si hay otro comedor, pero esa fue la sensación que nos dejó. En definitiva, es un lugar perfecto para disfrutar de una comida informal y agradable en buena compañía.