Entrevinas y Olivos en Laguardia

Servicio: Atentos, pero mi opinión personal es que tampoco destacaron en amabilidad, la verdad. Sobre todo a la llegada, que hasta que no insistí en que tenía mesa reservada pasaban a mi alrededor y nadie me preguntaba. Ambiente: Sitio bastante chulo. Es un lujo que permitan entrar a perros. Las sillas en interior eran algo incómodas en las mesas altas. Comida: Tostas muy buenas y raciones generosas. Precio un poco elevado para lo que era, pero cenamos bien. Lo recomendaría.

Esperaba mayor calidad en los platos.

Chicas, qué negocio tan bonito tenéis y lo lleváis de maravilla. La comida es espectacular: Los chipirones y las albóndigas exquisitos, y la ensalada de tomate una delicia. La atención remata una experiencia deliciosa. Enhorabuena!!! 💯

Muy rico!!! Sitio pequeño y muy acogedor.

Genial trato. Rápidos y unos platos muy ricos. Repetiremos en la próxima visita a Laguardia.

Todo delicioso, el local es muy acogedor; pero un poco pequeño y no es accesible para sillas de ruedas, puesto que el baño tiene escaleras para subir. Muy recomendable.

¡Qué lugar tan encantador! ¡La comida era sencilla y deliciosa! La preparación fue perfecta. Disfruté cada bocado. El servicio fue encantador y el ambiente del lugar es muy tranquilo y agradable. Además, vinimos con nuestro perro y pudimos sentarnos dentro con él. ¡Lo recomiendo sin duda!

Un lugar antiguo y genial con comida sencilla y sabrosa.

Precioso... La comida muy rica. Servicio muy bueno. Preciosa razonables. Las tostas son grandes 10€. La ensalada de queso de cabra esta muy rica 14€ . Tienen gambas de Huelva 6 por 4'5€. Hay una mesa baja grande de unas 10 personas. Otras altas de 2,4 y 6 personas.

Disfrutamos de una comida en familia en un restaurante con mucho carácter, ubicado en una antigua casa de Laguardia que conserva todo su encanto. El ambiente es original y auténtico, lo que hace que la experiencia sea aún más especial. Las tostadas estaban deliciosas y los platos principales fueron bastante originales, con combinaciones de sabores que nos sorprendieron gratamente. Las porciones eran adecuadas y, al tratarse de platos bastante innovadores, la experiencia se volvió aún más interesante. El precio es un poco elevado, aunque la calidad de la comida y la atmósfera del lugar merecen la pena. Este restaurante está más orientado al picoteo, ya que también funciona como bar, lo que le da un ambiente relajado y animado. No estoy seguro si hay otro comedor, pero esa fue la sensación que nos dejó. En definitiva, es un lugar perfecto para disfrutar de una comida informal y agradable en buena compañía.