Elisa en Muro

Wow, estoy enamorado. Las chuletas de cordero eran un poema. Los comí a través del servicio de habitaciones como huésped del hotel y no puedo esperar para escribir una reseña. Estaban perfectamente preparados. Verdaderamente y verdaderamente un festín para el paladar. Confieso que me alegré mucho de comer las chuletas de cordero sola en mi terraza, pues pude disfrutarlas con todos mis sentidos. Mi confesión: los comí con los dedos para disfrutar mejor todo el sabor después del primer bocado con cuchillo y tenedor. Lamí cada hueso y si no me equivoco bajo la influencia del maravilloso Limoncello Spritz del bar, había una flor de sal de lo más hermosa en las chuletas de cordero. Estoy seguro de que las patatas fritas eran caseras, porque su forma y sabor eran inconfundibles. Si algún día tuviera que morir, cosa que espero que tarde mucho, me gustaría haber comido y bebido exactamente esto antes. Elogios para la cocina. Estoy inspirado. Otro cumplido al bar. El martini espresso de mi primera noche fue una delicia tanto como el Limincello Spritz de mi última noche. El lago es otro punto destacado con los peces saltando y los patos que vi durante el desayuno (como huésped del hotel), y sin olvidar la amabilidad de todo el personal. Y si alguien piensa que me pagan por mi entusiasmo o que conozco a alguien aquí personalmente, tengo que decir que no. Ya he provocado el enfado de otros propietarios de restaurantes en Playa del Muro por mi reseña. Sucede cuando no se toleran las palabras honestas. Mi credo, y por eso escribo estas reseñas, es que las cosas buenas deben ser elogiadas y es por eso que no todos los restaurantes o negocios deberían obtener 5 estrellas en Google. Aquí definitivamente es merecido.

Cocina sencilla pero buena. Ambiente tranquilo. Pequeñas atenciones que siempre agradan. Buena relación calidad precio. Te lo recomendamos.