El Último en Toledo

Comida de calidad y muy bien elaborada, el trato no pudo ser mejor. Es un sitio tranquilo y sin muchas pretensiones, quizás ese sea su encanto, lo que hacen lo hacen muy bien. Toño.

Nos sorprendió, la amabilidad y lo bueno que estaba todo. La dueña nos explicó que sólo tenía raciones por falta de personal, pero eso sí lo que pedimos ( mejillones, calamares y las croquetas de jamón y pulpo ) estaba riquísimo. Además el trato muy bueno, siempre amable y con una sonrisa. De postre como tenia helado me puso tres bolas de stracciatela. Lo dicho un encanto.