El Torreón en Real Sitio de San Ildefonso

El otro día cenamos mi novia y yo allí, y la verdad que la comida espectacular. Nos pedimos una tempura de verduras para compartir, que a poco nos bastó con eso ya que las cantidades eran bastante abundantes y además estaba buenísimo. De segundo nos pedimos un entrecot para compartir también, que estaba increíble. Acabamos llenísimas, pero como siempre hay sitio para el postre pedimos una tarta de chocolate que, para sorpresa de nadie, estaba deliciosa. Lo único malo a destacar fue un señor borracho que estaba allí y que no dejó de molestarnos durante el postre, algo que nos violentó bastante ya que nadie hizo nada a pesar de verlo y seguramente conocerle. Es bastante frustrante tener que aguantar ese tipo de cosas, especialmente siendo dos chicas y estar tranquilamente cenando sin molestar a nadie. Una pena que se nos haya arruinado la cena de manera tan tonta a pesar de que tanto el servicio como la comida hayan sido excelentes. Un saludo y muchas gracias por todo.

No hemos estado hospedados, comimos en su terraza. Atienden con mucha amabilidad y educación. Tienen carta y menú a 15€. Comida rica y casera. Pedimos tanto platos de la carta, en nuestro caso ensalada con queso de cabra y emperador, como de menú: judiones, hamburguesa y filetes de pollo empanado. La ensalada es contundente, los judiones ricos pero algo escasos "demasiado caldo y pocos judiones", los filetes de pollo muy ricos, la hamburguesa rica pero es simplemente pan y carne "sin nada más" claro que le puedes añadir mostaza y ketchup 😅. En cuanto a los postres, si pides menú, puedes elegir entre cuajada y helado. En mi caso pedí tarta de queso "postre de la carta" y estaba muy rica, era una porción muy abundante y cremosa.

El servicio muy lento y nos sentimos engañados con el tiempo de espera para atendernos. Tardaron en sentarnos, en traer la bebida, traer la carta, tomarnos nota, luego los platos ya pedidos estaban agotados, tardan en informarnos de los que les queda, dicen que teniendo atasco en la cocina. Al final pedimos un solo plato para no seguir echando tiempo y al pedir la cuenta de que no quisiéramos ni postre ni café. El único plato que comida normal, sin nada que destacar.

Las habitaciones muy cómodas, el servicio increible y los desayunos perfectos para darte un chute de energía mañanero