El Rubio 360º en San Pedro del Pinatar

Espectacular arroz con bogavante 🦞 y las mejores ostras

Menudo sitio, hemos quedado impresionados. ¡Expléndido! , el género de 10, todos los platos riquísimos, el marisco fresco y riquísimo, el postre (la milhoja) de morirse de buena, el personal amabilísimo, las vistas "de cine" con todo el Mar Menor a tus pies, terraza espectacular para tomarte una copa después de la comida y para terminar una muy buena relación calidad precio. A partir de ahora lo visitaremos muy muy a menudo👍👍👍

Una experiencia difícil de superar . La ternera al punto con una curación increíble no salía nada de líquido. La rubia gallega al punto ➕ tiernísima. Todo lo que pedíamos estaba mejor que lo anterior. La atención, inmejorable. 100% recomendable

Camareros con muy poca experiencia , el resto genial

Amable bienvenida, perros amigables y buen servicio. Comida muy buena y hermosa ubicación.

Visitamos este lugar el 12.04.2024 para cenar y aunque el lugar era muy agradable, ni la comida ni el servicio fueron excelentes. Pedimos calamares fritos que se servían solos en un plato y solo con una rodaja de limón. Luego comimos lubina y viga de mar a la parrilla y ambas porciones se sirvieron con papas picadas recalentadas, demasiado cocidas y de aspecto discutible. El pescado estaba fresco pero tenía demasiada sal. Nunca nos preguntaron qué tal nuestra comida y con los precios de alrededor de 20 € por plato esperábamos un mejor servicio, mejor presentación y especialmente sabor.

Ideal para tomar unas copas en su terraza cara al mar

La comida muy buena, buen servicio, los camareros no andan agobiandote quitándote los platos de la mesa, vistas muy bonitas. Ideal para comer o tomar una copa.

Muchisimo nivel en todo. El entorno, el servicio y la calidad del producto. El calamar en su tinta inmejorable y el arroz con bogavante estaba increíblemente delicioso. Felicito al cocinero. El mejor arroz con bogavante que me he comido en mi vida. Podría poner una escuela de cocina y forrarse. Iría a todas sus clases. Felicidades

Este restaurante se adentra literalmente en el Mar Menor, con sus terrazas. Desde el comedor del piso superior, las vistas son espectaculares. Tratan materia prima de calidad, sobre todo los pescados, con elaboraciones muy correctas. Buen repertorio de arroces por encargo. Y una carta de vinos corta pero muy bien seleccionada. Decepcionan los entrantes y ensaladas, pobres en cantidad y presentación. Los postres son caseros y cumplen bien. En mi opinión, han colocado demasiadas mesas y muy juntas. El comedor funciona de dos turnos a mediodía (13:30 y 15:30), que hace que la gente del segundo turno se amontone en la entrada o en la terraza, mientras espera que se libere su mesa. Los baños son pequeños, y no están dimensionados para tanta gente, lo que genera colas. Los comedores resultan bastante ruidosos cuando las ventanas están cerradas, haciendo difícil la conversación. La eficiencia y atención del personal consigue que, a pesar de la masificación, el ritmo de la comida sea adecuado. Una pena que con un entorno tan privilegiado, buena materia prima y cocina más que correcta, la experiencia del cliente desmerezca un poco por la masificación y el ruido. Aún así, es una muy buena opción. Trataremos de volver un día entre semana, a ver si está más tranquilo.