El Romeral en Torrent

Todo perfecto como siempre, es uno de nuestros restaurantes favoritos,la paella del señoret es exquisita y la atención del personal muy profesional, a destacar uno de los chicos que nos ha atendido varias veces. El entorno es muy bonito. Volveremos pronto.

La comida muy bueno todo, lo único que la paella al salir estaba tibia, y al final estaba fría!! Un pelín sentida de sal Pero volveré estaba todo muy bueno, eso sí a la siguiente le diré antes que la paella la quiero caliente Muchísimo frío por eso el ambiente 3 estrellas

Tradición con alma moderna. Pedimos el tomate valenciano, las croquetas (riquísimas) y el pan con all i olí y tomate. De principal una paella de marisco, con un sabor espectacular y el punto del arroz perfecto. Y para rematar una torrija y un sabroso y jugoso brownie. Repetiremos sin dudarlo. La atención muy buena y el lugar muy relajante, amplio y atractivo.

Ambiente único, producto inmejorable y un personal atento que ofrece el mejor de los servicios, todo lo que se puede pedir para disfrutar de una gran comida

Excelente sitio para vivir una experiencia gastronomía, muy buen servicio y ambiente

Comida riquísima y excelente servicio de Juanca

Un servicio impecable, una experiencia gastronómica digna de vivir, tanto por la comida de alta calidad como por el servicio de los camareros. Dar las gracias en especial a Juanca que fue el encargado de atendernos, explicando y recomendando cada plato que pedimos. Repetiría sin dudarlo.

Todo súper y la atención mejor. Buen sitio para despejar y estar tranquilo con la gente que te apetece comer y hanlar

Uno de mis sitios favoritos para comer paella y unos ricos entrantes! A parte que su paella Valenciana que está riquísima lo que siempre me encantan son sus entrantes (sobretodo el Esgarraet con mojama) y la tarta de queso.

Sigue estando bien, pero ya no es lo que era. Llevamos viniendo aquí desde antes de que se convirtiera en Nou Romeral. El ambiente tranquilo sigue siendo encantador, y la paella de leña, aunque demasiado salada, sigue siendo especial. Dicho esto, el arroz aún no estaba del todo seco, así que el socarrat fue escaso esta vez. Lo que ha cambiado es el ambiente. Los camareros mayores y con experiencia se han ido, reemplazados por personal más joven, educado pero sin la calidez y profesionalidad que recordábamos. La carta se ha reducido considerablemente, lo cual es una verdadera pérdida. Un detalle que no nos convence: se espera que descargues la carta mediante un código QR, pero se niegan a compartir la contraseña del wifi, a pesar de que hay una red visible de "RomeralClientes" y la cobertura móvil es débil. Ese tipo de diseño no es nada atractivo para el cliente, sobre todo en un lugar remoto. Esta fue nuestra segunda visita desde el cambio de nombre. La primera fue un fiasco: servicio lento y caos. Las cosas han mejorado, pero aún no ha recuperado el alma ni la consistencia del antiguo Romeral. La comida lo hace digno de considerar, pero la experiencia aún se siente como una obra en desarrollo.