Restaurante El Retiro de Arenas en Arenas de San Pedro

Gran sitio para desconectar unos días. Estaba todo muy limpio, el personal es genial y se come muy bien en el restaurante.

Hemos estado el fin de semana y nos hemos ido con ganas de volver. Han sido muy agradables con nosotros y nuestra perra. El apartamento muy cuidado y limpio; y tanto el desayuno como las comidas están muy ricas. Lo recomendamos sin duda!

Pasamos el fin de semana en El Retiro de Arenas de San Pedro aprovechando San Valentín y ha sido perfecto. Nos llevamos el telescopio y en el hotel nos indicaron varios sitios desde los que poder ver el cielo. Para cenar, tomamos el menú de San Valentín, que, además de muy generoso, estaba riquísimo. Descansamos fenomenal gracias al colchón y a las almohadas, se nota que es buen material. Por la mañana, después del desayuno (nos pusieron una tostada enorme con tomate natural, un trozo de bizcocho casero, café, zumo y mandarinas, todo riquísimo) nos explicaron varias rutas que hay por la zona, e hicimos una pequeñita que acababa con unas vistas espectaculares. Pensábamos irnos antes de comer, pero al final nos quedamos para probar las patatas revolconas, y menudo acierto. Estamos deseando repetir.

un lugar con encanto, diferente,tranquilo para relajarse, la havitacio perfecta está situado en plena naturaleza muy recomendable, agradecer el trato y el cariño con el que nos aveis tratado gracias, Ángel y Cristina

El restaurante es espectacular. Todo riquísimo. Buena calidad relación precio. Entrantes, principales y postres increíbles

Un lugar especial con unas vistas fabulosas un trato inmejorable y una comida exquisita, no puedes ir a arenas sin pararte onalojartw allí.

Una experiencia muy agradable, la habitación cómoda y amplia, buen servicio de desayuno, la ubicación muy chula por el entorno, y lo mejor de todo Cristina y Carolina, muy amables desde nuestra llegada y hasta el final de la estancia. Muy recomendable.

El Retiro de San Pedro es un sitio muy bueno para ir a pasar un fin de semana. Sobre todo si tienes mascota. Te resumo mi estancia por si acaso estás dudando si reservar o no en este lugar. Fuimos mi novia, mi perro y yo... Sinceramente esperábamos mucho menos cuando llegamos. No porque el sitio ofreciese nada de menos en su web sino porque por la zona esperas que todo sea algo más cutre u hostil. El lugar está enclavado en la montaña y cuando entras un remanso de paz y naturaleza se abre ante ti. En la llegada contemplas el pueblo, la naturaleza y el complejo a lo largo de un camino sinuoso que se adentra en el monte. Llegamos, como digo, con mascota (Bruno). La política del local es que no puedes dejarla sola en la habitación. Sinceramente, no creo que haga falta. Si vas a un sitio de estas características con mascotas es para disfrutarlo con tu perrete. Desde el primer momento el personal me trató por mi nombre y nos sentimos parte del propio hotel. La habitación era amplia, espaciosa, y si tuviese que poner una sola pega es que las ventanas transparentes de la habitación dan a una suerte de patio interior en el que cualquier persona podría asomarse a tu habitación. Pero creo que con tener la capacidad psicomotriz suficiente como para cerrar las cortinas sería suficiente para solventarlo. Es más, así lo hicimos. La cocina del hotel es maravillosa. Tienes una gran variedad para elegir y además un personal que se preocupa de intolerancias o algo que no te guste. Puedes elegir como digo entre una variedad de platos digna de un restaurante en el centro de la gran ciudad. El pueblo es un pueblo sencillo, para patear y perderse a través de diversas rutas que se ofrecen al consumidor en su llegada al complejo. Carol fue en nuestro caso la persona que nos explicó dónde podíamos ir y qué hacer. Dentro de la localidad se puede entrar con el perro a un par de locales y merece la pena dejarse aconsejar... En fin, que es un sitio para estar y quedarse unos cuantos días. Elegimos la opción con desayuno y de verdad que top top. Es navidad y las empresas o amigos celebran cenas de navidad, sin embargo aunque la noche anterior estuviesen a reventar nos sirvieron el desayuno puntual y de manera casera. Zumo, bizcocho, tostada y café... En fin, creo que se nota que han sido unos días estupendo en el Retiro, no? Gracias a todo el Retiro. En especial a Carol y a una mujer rubia cuyo nombre no preguntamos pero sabes quien eres. Espero que esta reseña haga la mitad de justicia que lo que nos habéis hecho sentir en estos días a vuestro lado.

Sitio muy correcto, comedor no muy grande pero suficiente, estuvimos cenando 2 parejas. Tiene una buena terraza que en verano tiene que ser una maravilla. Atención perfecta, tiempos de espera normales. Comida muy rica, platos tradicionales algunos con toque innovador. Precio razonable. Carta no excesivamente amplia pero suficiente y completa. Parking amplio. Sitio para volver. La única pega es la distancia a Arenas, hay que ir en coche.

El chuletón de Ávila excelente con sabor a carbón, como no podría ser de otra manera en esas tierras. El jardín es muy acojedor