El Rebost en Premià de Mar

La primera vez que vamos y repetiremos, el espacio nos encantó, terraza fresquita, servicio muy atento y profesional y la paella espectacular . A destacar el trato del servicio que recibimos, se nota que se preocupan por hacer las cosa bien y que los clientes salgan satisfechos.

Sitio ideal para degustar platos extraordinarios. El menú semanal de 22€ no te lo puedes terminar. Platos bien elaborados y presentados. A destacar el arroz caldos de llamantol, postres cacerolamas y el trato recibido siempre q vamos. Calidad/Precio de 10!!! Tienen parking propio por los clientes.

Nos gustó mucho el local, la atención y por supuesto la comida. Pedimos 2 arroces diferentes y muy buenos los dos, además de raciones importantes en todos los platos. Hay buena materia prima y buena elaboración. Repetiremos

Menú fin de semana muy Bueno todo Trato y servicio de 10 . Volveremos seguro .

Experiencia muy buena, se puede ir tanto con la familia como el grupo de amigos, comida muy buena y servicio de 10. Muy satisfecho

Comida espectacular, la terraza muy bonita, creo que es el mejor restaurante que me han servido y atendido, muy recomendable.

¡Todo espectacular! Lugar muy recomendable.

Todo buenísimo, servicio impecable.

He ido con mis padres, y muy contentos y satisfecho con el servicio, la comida de verdad que un 10. Repetiremos seguro, nos ha encantado!!

Miércoles, 16 de abril. Llamamos para reservar y la atención telefónica fue muy buena desde el primer momento. Llegamos en coche y todo muy fácil, tienen aparcamiento propio —no es muy grande, pero siempre es un plus. Aun así, en la zona es fácil encontrar sitio para aparcar. Nos indicaron nuestra mesa, quizá un pelín justa para dos, pero suficiente. La carta, la de vinos y el menú (22 €) nos parecieron muy interesantes y nos decidimos por el menú. Pedimos arroz, huevos estrellados, ensalada de tomate con atún y manitas de cerdo deshuesadas. Todo estaba de 10. El vino tinto, muy bueno también. Antes de empezar, tomamos dos Estrella bien frías, servidas con copa helada, y unos pimientos del padrón riquísimos. Entre plato y plato, nos sorprendieron con una crema de ceps "cortesía de la casa", sabrosa y muy bien elaborada. De postre, opciones clásicas pero muy bien ejecutadas: un arroz con leche delicioso y unas trufas caseras que fueron el broche perfecto. El cocinero, joven y entusiasta, salió varias veces a preguntar qué tal íbamos. Un detalle que se agradece mucho. ¡Muchas gracias, volveremos sin duda!