El Racó en Terrassa

Servicio inmejorable, personal amable, repetiremos

Hacia tiempo que no iba, y me sorprendido para bien, en poco tiempo he ido dos veces y la verdad las pizzas que en otros restaurantes no me las podía terminar, aquí sin problema y muy muy buenas!!

Un restaurante italiano en Terrassa con casi medio siglo de historia. Un ambiente agradable y tranquilo te recibe nada más entrar. Las mesas al aire libre están dispuestas bajo grandes sombrillas de madera. En la entrada, un amable camarero te recibe con una amplia sonrisa y te acompaña a tu mesa. La carta ofrece una amplia selección de platos únicos, todos con un toque español. En cuanto pides, los platos llegan justo cuando terminas el anterior, lo que te permite disfrutar de cada sabor a tu propio ritmo. De postre, una crepe de Nutella te sorprenderá cuando la camarera llegue con un tarro de 5 kg y te sirva la Nutella con un cucharón grande... asegúrate de decir basta para no comer más de la cuenta. En resumen, una puntuación muy, muy buena. Así que, para concluir, si quieres pasar una velada estupenda a un precio razonable, ve a El Racó...

Cenamos super bien. Anteriormente hubiera puesto 1 estrella, pero ahora pondria 7 sobre 5. El jefe de sala super simpatico y l@s camarer@s mas de lo mismo. Nos sentimos super acogidos.

Riquísima la comida. Pero los platos tardaron en llegar bastante. La iniciativa de escribir tu opinión en el papelito que te dan le ha gustado.

Lindo lugar, pizzas deliciosas.

Comida correcta, precios algo altos y servicio con mucho recorrido. Pedimos la cuenta 3 veces y no nos fuimos sin pagar porque no quisimos porque nadie nos hacía caso

Después de años de venir en familia y disfrutar de este restaurante, hoy ha sido, lamentablemente, nuestra última visita. El Racó Terrassa ha perdido el encanto y el nivel que nos hizo volver una y otra vez. Los precios han subido de forma desproporcionada, y el ejemplo más absurdo ha sido el pan. Al solicitarlo, nos dijeron que solo había “focaccia”, que resultó ser un único panecillo redondo para tres personas... a 2,25 €. Un detalle mezquino y nada acorde con el espíritu del lugar que conocíamos. El servicio ha sido pésimo. Tras acabar de cenar, nos dejaron abandonados más de media hora sin atención, sin retirar platos, ni ofrecer postre o café. Finalmente, agotados, pedimos la cuenta por iniciativa propia. Para colmo, la mesa de al lado (dos personas) fue atendida con esmero, pese a haber llegado mucho después que nosotros. Ellos ya estaban disfrutando del café cuando aún teníamos los platos sobre la mesa. No acepto excusas como “hoy había mucha gente”. Todos pagamos igual, y si un restaurante no puede atender debidamente cuando se llena, debe reducir mesas o contratar más personal. Una pena terminar así nuestra historia con El Racó. Pero hay lugares que saben cuidar a los clientes y nosotros, a partir de hoy, los buscaremos en otro sitio.

Increible trato de Aroa nos hemos sentido muy comodos.❤️

Las pizzas son buenas, recomiendo probar la de Salmón y la Tartufada.