El Prao del Sol en Gijón

Muy agradable el personal,y un sitio muy bonito

En este lugar, solo hemos ido a tomar unas copas y disfrutar de su estupenda terraza. Un sitio que les encanta la música, y te permiten disfrutar de una buena compañía y de espontáneos que se deciden a tocar algún instrumento de los que tienen, o los que se lleve de casa. Buen ambiente. Y estupendo servicio. Respetuoso y con ese rollo bohemio que te pide regresar. Que no cambien esa filosofía, es su encanto. Recomendable para quienes busquen lo que aquí se ha descrito, de verdad, esa es su diferencia!!!

Maravilloso lugar. El camarero que nos atendió, también muy bien Muy recomendable Sólo carta

Nos gustó todooo 😊 El lugar, sw agradece la terraza al aire libre. La atención del personal, todos muy amables y atentos. Y como no, la comida muy sabrosa. Sin lugar a dudas, recomendado 100% Volveremos 😊

Estuve con dos amigos, nos dijeron q debíamos esperar un poco porq estaban llenos, aceptamos y mejor i.posible, excelente atención, la comida increíble, todo ri o , fresco, bien hecho. Nuestras felicitaciones y

Merendero a la antigua usanza. Sito en la carretera de la Providencia. A veces pone música en directo por la tarde. Personal muy amable. Calidad- precio: recomendable. Típico merendero de toda la vida, con mucho espacio en plena naturaleza, donde se puede degustar comida casera a buen precio. Enorme parking gratuito. Zona de remanso de paz...

Recomendable 100%. Muy buena comida, precio inmejorable. Personal super simpático, servicial…, carta muy variada, cocineros experimentados en diferentes sitios de Asia..

La comida impresionante y el servicio mejor imposible,en cuanto al ambiente no puedo añadir más estrellas porque es de 10

Hemos ido a comer sin reserva. Nos han atendido rápido, una chica muy maja. Sobre las 15 se ha empezado a llenar el comedor y el servicio era un poco más lento. Pedimos cachopo con cecina y queso de cabra, nos pusieron unas patatas que estaban sin freír, crudas. No dijimos nada ya que con el cachopo nos servía, pero en eso hubo fallo. Pedimos también tarta de almendras, un poco dura para nuestro gusto, pero estaba rica. Por lo demás todo genial. La decoración del local es psicodélica con puertas pintadas por todos lados y maniquíes por el techo y paredes. Tienen un patio/ terraza donde también puedes tomar algo y comer. Sitio al que repetiríamos.