El Portillo en Soria

Muy bien todo. Raciones grandes

Buena relación calidad precio y trato amable. Muy recomendable

Servicio súper rápido y amable, y la comida muy rica. El menú del día con muchas opciones, y todas muy buenas.

La comida buena, tampoco nada espectacular. Raciones bastante pequeñas para el precio que tienen. Tanto el servicio como el ambiente estupendos.

Buen restaurante para comer rico en Soria. Pedimos el menu de fin de semana y una ración de torreznos, ya que no queriamos irnos sin probarlos. Los torreznos estaban buenísimos, el menú era muy variado y nos atendieron muy rápido. Todos los platos estaban muy buenos a destacar el lingote de cochinillo, estaba muy cremoso y con muy buen sabor. Sitio muy recomendable para ir a comer en familia, comida rica y buen trato.

Muy bien cocinados los distintos platos

Nos ha gustado mucho, las cosas super bien hechas y muy buen trato de los trabajadores, al punto de sal, de aceite y de todo, un ambiente muy tranquilo y la música a un tono perfecto y muy acogedor, pequeño pero agradable.

La comida muy sabrosa y la atención excelente. Lugar muy acogedor, para volver.

Pedimos una mesa con poco tiempo para 10 personas y nos consiguieron en la terraza cubierta. El menú muy bueno y el servicio excelente. Muy recomendable

Valoración general: trato y atención muy buenos, algo que siempre se agradece. Lo mejor: el tomate rosa con anchoas del Cantábrico, espectacular. Los torreznos, también bastante buenos, la verdad. Lo peor: las croquetas llegaron literalmente quemadas, duras y una de ellas sin relleno interior. Y para rematar, las patatas bravas eran simplemente patatas con salsa estilo mejicano y mayonesa: las segundas peores bravas que he probado en mi vida. Entiendo que no sea una especialidad soriana, pero si es así, quizá sería mejor no incluirlas en la carta. Además, el espacio donde nos sentaron (dentro del local, no en la terraza) era muy estrecho: estábamos tan apretados que teníamos la mesa de al lado, de unas 12 personas, prácticamente pegada, y los camareros apenas podían pasar. En resumen, una experiencia tipo ruleta rusa: depende mucho de lo que pidas. Puede tocarte algo excelente o un auténtico desastre culinario.