El Planeta en Gijón

Ayer cenamos ahí y estupendo. A pesar del griterio de la calle inundada de gente, dentro se estaba muy bien. La cena, mejillones a la plancha, nunca los había comido así con una salsa de refrito , inolvidable, croquetas de las que soy fanático, lo mismo nada pesadas y sin sabor harina, para terminar gambón bueno, (en Gijón todo termina en ON u Ona - Molinón, Muyerona, Escalerona,...). Precio ajustado y trato agradable

Muy buena calidad de la comida y muy rica, las raciones un poco pequeñas

Ambiente familiar se nota el cariño y se transmite a la comida y es sitio muy tradicional, nos encantó

Cocina asturiana con variedad de carne y pescado. Todo lo que probamos estuvo muy bueno. Calidad precio correcta. Recomiendo los mejillones a la marinera y el arroz con leche quemado.

Pescados y mariscos como tienen que ser. Nunca defrauda

Un camarero muy amable, un gerente desagradable fácilmente reconocible, platos decentes pero nada del otro mundo y un postre, un flan de turrón, que no merece ese nombre. Una dirección normalita.

Fuimos con unos amigos que ya lo conocían. Por fuera no llaa la atención, pero entras y el servicio es bueno y la comida de calidad y abundante. En el piso superior y a lado de la ventana con vistas al mar, gue una comida para recordar.

Buena cocina, pero experiencia incómoda que invita a la mejora Fuimos a cenar a El Planeta (Gijón) con reserva previa. A nuestra llegada, no estaba claro cuál era nuestra mesa, y aunque el personal fue amable en todo momento, el proceso inicial resultó algo desorganizado. Una vez sentados, el espacio disponible era muy limitado: mesas demasiado juntas, sin margen para moverse con comodidad, lo que genera una sensación de agobio nada deseable en un entorno de cena. Uno de los aspectos que más condicionó la experiencia fue el calor. En la zona donde estábamos no se percibía aire acondicionado ni ventilación suficiente. Estar cenando con calor acumulado y sensación constante de sudor hace que no se pueda disfrutar realmente de la comida, por muy buena que sea. Los tiempos de espera también fueron excesivos: más de 30 minutos para que tomaran nota de bebidas y entregaran la carta. Entre los entrantes, la espera fue muy larga, aunque los platos principales sí llegaron algo más rápido. También tuvimos que pedir que cambiaran el pan, ya que el que nos sirvieron inicialmente era prácticamente incomible por su dureza. Dicho esto, es justo destacar que el trato del personal fue siempre educado y atento, y que la comida —cuando llegó— estaba rica y bien ejecutada. La cocina tiene potencial, pero se ve eclipsada por aspectos logísticos que restan valor a la experiencia general. Ojalá esta opinión sirva como impulso para mejorar algunos detalles clave de la operativa. El entorno, el producto y el personal tienen buena base: con pequeños ajustes en organización, comodidad y tiempos, la experiencia podría estar claramente a la altura de lo que se espera.

Hemos comido bien la sardinas muy buenas la ensalada también el pastel de Carvacho, bueno y los chipirones a la plancha y de postre, tarta gijonesa,los camarero, súper atento y aconsejándonos todo el rato100% somos de Cullera Valencia 😏dos cidras

Sidrería mítica de Gijón. Barata no es. Productos de buena calidad. Recomendables los pescados, sin duda. Aunque hay que ser conscientes, evidentemente, de que, por ejemplo, la lubina no es salvaje Pero hay muy buenas opciones. También hay que decir, que las raciones no destacan precisamente por ser generosas con algunos productos. Si pides chipirones o calamares, sin ir más lejos, para 4 personas, te quedas sorprendido por la escasez. Buenos postres caseros. Hay un tema q resquema, sobre todo si eres de Casa y es el tema de la sidra DO. En serio 6 euros la botella???? Es bastante insultante. Por lo demás y obviando el tema de la sidra DO y la escasez en algunas raciones, la calidad es simplemente buena y el trato del servicio correcto sin más. Es una correcta opción de las de toda la vida.