El Pescador en Laredo

El restaurante no está mal las vistas a la playa son magnífica por pone una pega el servicio algo lento entre platos y platos y eso k no había muchas gente lo productos de calidad por el precio k tenía

Comimos muy bien el servicio genial muy atentos y todo muy bien.

Durante toda mi infancia a lo largo de más de 20 años , toda mi familia íbamos a veranear desde Valladolid hasta Laredo , y El pescador ha sido siempre un lugar de referencia donde comer la mejor materia prima de la zona , no he podido volver desde hace 20 años y aun sigo soñando con los los jibiones encebollados , con su pastel de cabracho y su biscuit de higos( sigue siendo mi postre favorito ) Todo mi cariño a esta familia que se ha dedicado en cuerpo y alma hacer felices a tanta gente , y ha dado su vida por este restaurante ,siempre sueño con volver . un beso y abrazo fuerte

Comimos muy bien. Como se disfruta de la vida en Laredo, que envidia 0ctubre 2024. La reforma d l restaurante les ha quedado muy bien ; hay una zona muy amplia y muy agradable con vistas al paseo marítimo/ playa; comer con esas vistas es siempre un placer. El servicio es maravilloso; te da un trato cercano que te hace sentir bien. Lo que comimos estaba muy bueno y lo que no comimos,pero que veíamos ir hacia otras mesas tenían y una pinta y aroma que te daban ganas de pedir otro igual para ti.Ensalada de salmón, merluza rellena de marisco y steack tartar muy ricos. El helado de higos con salsa de nueces insuperable.

Super bien , la caldereta de marisco estaba de chuparse los dedos 👏🏾👏🏾👏🏾 Los camareros encantadores , muy atentos ! Los de cocina un 10 👏🏾👏🏾👏🏾

Comimos en pareja, tanto la comida como el trato fueron excelentes, un sitio recomendable.

Muy Buena calidad de los productos que trabajan. La atención al cliente es muy buena. Para repetir y para reservar para comer.

En nuestro paso por Laredo nos decidimos por El Pescador y acertamos. Todo fue espectacular, el lugar con una sala agradable y una mesa amplia, la atención desde que fuimos a reservar hasta que nos marchamos y la comida. De aperitivo de la casa nos sacaron un pastel de cabracho que viendo la ración ya imaginamos como iban a ser los platos que nos iban a sacar. Compartimos de entrada una ensalada de ventresca y pimientos que estaba buenísima. De segundos, unos jibiones encebollados, con un sabor estupendo y medio kilo de un lenguado en su punto, que hacía mucho tiempo que no comía uno tan exquisito. Ante la magnitud de las raciones no pedimos postres (no podíamos) aunque vimos pasar al lado algunos que tenían una pinta estupenda. Con una botella de agua, dos copas de albariño y dos cafés cortados salimos alrededor de 45 € por persona. Para finalizar agradecer a todas las personas que nos atendieron su amabilidad, simpatía y buen hacer.

Pescado y marisco fresco, muy buena cocina y una cálida bienvenida.

Genial servicio de las camareras del restaurante, así como todo lo que probamos. Súper acogedor y recomendable cocina