El Pastisset en Valencia

El Pastisset es un excelente lugar, rápido y tranquilo, donde detenerse a desayunar. Aunque dentro hace un poco de calor y el servicio a veces puede resultar frío y distante, especialmente con los turistas, la comida es realmente muy buena y los precios son razonables.

La experiencia a sido encantadora el trato de diez pero podrían arreglar el aire que fa una caloreta que no puc ser , casi con el ventilador salgo volando 👀

Es un poco caro, sobre todo la bollería. Las trabajadoras son excelentes. Pero tienen el aire acondicionado roto y no lo quieren arreglar, han puesto un ventilador enorme pero que solo da a una dirección y me parece fatal para los clientes pero peor para los trabajadores!

Un lugar espectacular, para disfrutar en familia, excelente trato por las chicas. Un lugar super limpio en todos los ámbitos Efecto! Que para ahora verano hace demasiada calor y no hay aire acondicionado. Y se nota demasiado.

Nunca he trabajado en hostelería pero me imagino lo difícil y estresante que puede ser lidiar con la gente apurada estresada etc... pero esta gente que trabaja aquí de verdad que así tengas la mejor actitud ellos van a la mala siempre. Y si les dices algo te contestan mal. Por eso es que el chinito del bar chile esta cada vez más lleno y este vacío(el.comentario anterior es viejo... actualizo vine por un cafe y la chica que me atendio en la tarde es un amor. Amable con buena actitud y saber hacer muy buen cafe ). Cambie de 3 a 5 🌟

Me encantan vuestros croissants rellenos de crema pastelera, los preparáis todas las mañanas?

Buena atención y precios asequibles. Sólo tomé un té y no puedo valorar la comida, así que no es justo poner ni 5 estrellas y ni 1, lo dejo en 3. Los tes que tienen son de los buenos, de bolsa triangular, pero buenos.

Muy bueno el Café con Leche Descafeinado con un poquito de Canela en Polvo!!

Tanto la bollería como el café son estupendos, pero es el magnífico servicio el que te hace volver. Goza de amplio aparcamiento.

Esta todo muy bueno, pero sobre es la atención cercana y cariñosa de las camareras lo que convierte al lugar en el paraíso del croissant y del café con leche.