Restaurante Parador de Cardona en Cardona

No soy imparcial I ❤️Paradores. El de Cardona se encuentra en un castillo-fortaleza que ha ido creciendo y adaptándose en el de correr de los siglos. Una maravilla histórica rodeada de un paisaje único, con las minas de sal al fondo. El personal, aunque es habitual en Paradores, desde el de recepción hasta el del restaurante profesionales como la copa de un pino, esto se agradece y mucho. La cocina del restaurante muy bien ejecutada además de una buena elección del menú. Una pega que no desmerece el increíble trabajo en la restauración, son algunos fallos arquitectónicos en los remates. En fin, un 10 como siempre.

Se ve genial desde lejos, pero los terrenos del castillo están muy descuidados. El restaurante y sus platos, que estaban riquísimos, son lo que salva el lugar. El arroz con pato fue uno de los mejores que he comido. Volvería solo por el restaurante.

Hemos estado muy bien, el servicio amable y atento. Las habitaciones amplias y cómodas. Las vistas, preciosas. Buena experiencia.

Fin de semana muy agradable y tranquilo. El restaurante espectacular

Llegamos al momento del check-in. El señor mayor de recepción debió de estar de mal humor en cuanto vio mi pasaporte y se dio cuenta de que no era de España. Su tono cambió y fue directo. No me molestó, pero no me sentí bienvenido. El resto de la estancia evité acercarme a él y, a propósito, me ponía en otra fila para hablar con su compañero de recepción, hacerle alguna pregunta o pagar. Simplemente no me apetecía su actitud. Por lo demás, ¡me encantó este lugar! Limpio, elegante y el personal del comedor fue excelente. El personal más amable y atento estaba en ese comedor. ¡La comida estaba increíble! Nos alojamos dos noches y pudimos hacer la visita a la cueva de sal y al hotel; ambas valieron la pena. Todo fue un 10/10 excepto el chico de recepción, al que le doy un 5/10.

La habitación estaba excepcionalmente limpia y cómoda, y su decoración conservaba el ambiente histórico del castillo. Las ventanas ofrecían una hermosa vista de la ciudad. Toda la estancia fue a la vez ceremonial y relajante. El restaurante del hotel es muy recomendable, ya que ofrece no solo una cocina exquisita, sino también una amplia selección de auténticos platos catalanes. El ambiente general era tranquilo y elegante, perfecto para una noche de auténtica "vida en el castillo".

Sona tranquila para relajase sin bulla lo recomiendo

Una maravilla, solo me hubiese gustado que el restaurante sirva algo despues de las 15.30.

Te cobran 2.40 por un trozo de pan y un chorrito de aceite. Lo cojas o no. El agua filtrada la cobran a 2.80 cuando el agua de grifo por norma no se cobra( y francamente no creo ni que estuviese filtrada. Un restaurante de categoría no tendría que caer en estos errores.

Un comedor muy acogedor dentro del Castillo. Muy elegante buena atención y excelente comida. Desayunamos y comimos después de pasar la noche en una habitación espectacular. Un lugar para volver