El Miradoriu en Ribadesella

Sitio espectacular. Servicio voluntarioso pero poco ducho. Calamares y escalopines algo deficientes. Precios algo elevados para la zona. Ni fu ni fa aunque con la actual saturacion tendrá clientela.

Me ha encantado !!! La comida buenísima y el servicio de camareros impecable

Es un sitio muy bonito. Pero no es para ir muchas veces. Es un poco caro. Sí es cierto qué sé come dé maravilla. un trato muy amable del personal.

Hermoso lugar en la playa y excelente comida. El servicio fue inolvidablemente molesto. Sólo nos permitían tomar café bajo el sol abrasador. Mientras que la cocina del comedor ya estaba cerrada y muchas mesas a la sombra estaban libres. Qué tonto. Caminas hasta allí con tu bebida recién comprada y te acercas a una silla de plástico en medio del calor. Atmósfera desaparecida. El café se bebe rápidamente. No volveré a ir aquí.

Restaurante de asiduos, ambiente top, servicio top, muy bien recibido por los turistas del País Vasco que somos... Super complacientes con nuestro bebe ❣️ eskerrik asko taldea, eta Gero arte, prueba el Patxaran Local con Cereza y regala las llaves del coche a mamá....agur

La camarera negra y gordita no me dejó utilizar el baño después de haber consumido, no contenta con eso me mandó a los baños públicos.

Buenas tardes, no solemos contestar a las reseñas pero ya hemos llegado al límite con gente como este penúltimo, un tal HUPU GARCÍA, cuyo nombre verdadero no es ese. Primero de todo, le mesa estaba reservada para 6, cuatro adultos y dos niños, no 8 personas como dice. Segundo, le mesa estaba reservada para las 13:30 h porque mas tarde nos era imposible dar de comer a la mesa y eso se dejó muy claro a la hora de reservar. Cuando vimos que eran las 13:45 y la mesa no aparece llamamos al teléfono de la reserva y no contestan, mandamos 2 WhatsApp’s y tampoco y por lo tanto a las 13:50 mandamos un último mensaje avisando de que la mesa está anulada ( por lo que procedemos a llenar el hueco vacío con otra mesa en lista de espera ). Si se hubiera avisado se podría haber llegado a buscar una forma de dar de comer a la mesa o incluso si se hubiera llegado con otros aires que no fueran, y dicho por una de las señoras de la mesa, “ el cliente siempre tiene la razón aunque llegue 25 minutos tarde”. Lo que no se puede hacer es llegar a un restaurante casi media hora tarde cuando le avisaron que si no aparecían a dicha hora sería imposible dar de comer, creerse que el mundo va alrededor suyo y encima enfadarse cuando se le llamo, mando mensajes y aviso en todo momento de lo que estaba pasando. Los hosteleros y trabajadores del gremio no están para que los “clientes del restaurante” hagan lo que quieran y cuando quieran.