Siempre que vamos Asturias paramos para tomar café con pincho. El servicio era muy bueno y tenían muchas pulgitas para tomar, ahora desde hace ya un año el servicio, muy lento y el personal poco amable .
Por horario, siempre parábamos unicamente a comprar el queso pero ésta vez hemos comido el menú. Calidad precio insuperable. Nos dejamos asesorar por Miguel, el camarero y estaba todo delicioso. La profesionalidad y amabilidad de Miguel aún hicieron más agradable el momento to. Volveremos a comer, seguro.