El Kebap de Apu en Burgos

Comí con amigos y pedimos mucho pero le tuvimos que repetir el pedido mil veces. La comida estaba muy buena y el tamaño también. El ambiente era bueno pero como no había mucho hueco.

Es sencillamente el mejor kebab que he probado en mi vida. Las reviews negativas son de gente tristona.

Kebab malisimo, mal servicio, no ponen servilletas, la barba del indio es pelirroja de bote y le doy 5 estrellas por el nombre.

La comida genial, abundante, rica, sabrosa. La atención y el servicio excelente. Toma en cuenta todas mis peticiones y te orienta perfectamente para que te lleves lo que más te va a gustar. El local está LIMPÍSIMO, en estos restaurantes rara vez te encuentras un sitio tan limpio y nuevo, da sensación de confianza. Sin duda repetiré.

Clásico badulake en la zona de fiesta. El gerente tiene la barba oxidada pero es el precio que hay que pagar por tener pelirrojas. Después de comerlo, te entra una sed que te puede beber el mar mediterraneo. Son unos auténticos magos, antes de que pidas, ya lo tienes en el mostrador. Mención especial si cuando te lo han dado, lo quieres para llevar. Con un juego de manos, no has acabado de decir que lo envuelvan y ya tiene 7 vueltas de papel Albal. Comprometidos con el medio ambiente, servilletas no te dan por salvar el Amazonas. Rapidísimos, a Fernando Alonso le quitan las pegatinas. Fresisuis no pidas que no tienen.

Kebab que resucita a los muertos, inmejorable el servicio.

El kebap de Apu uno de los lugares más emblemáticos de Burgos. Destaca con su rápida atención y preparación del producto. Precios muy económicos. Agradecer a Apu sobre todo por su simpatía. Reconocible por su gran barba teñida de color naranja (cuenta la leyenda que gracias un eructo de su compañero mientras cocinaban un durum, se le tiñeron las cejas y hasta la barba, de ahí su color anaranjado). Al ambiente le doy una puntuación baja por la frialdad y la poca simpatía de los asistentes. Gracias por todo, muy recomendable.