El Gran Barril de Castellana en Madrid

He quedado por primera vez en este restaurante con amigos para picar y me ha gustado mucho la calidad y ambiente... El servicio se puede mejorar...

Genial comida el día de Año Nuevo. Todo perfecto.

Los entrantes nos gustaron muchísimo, el arroz bueno pero no espectacular, servicio bueno, precio bueno para lo que pedimos.

Muy buen restaurante para disfrutar una buena paella! Un ambiente sobrio y acogedor con una atención por lo alto ( como el precio 😁). El servicio maneja buenos tiempos, las paellas tanto la negra como la clásica son fantásticas; los postres, como la torrija y el volcán son una delicia imperdible. Hay que ir!

Habré ido 7 u 8 veces y siempre he salido satisfecho tanto por la calidad como por el servicio. El precio es adecuado al nivel y calidad. Tengo que advertir que no he probado los arroces, por lo que no puedo opinar, pero tanto los mariscos como las carnes y pescados son de alta calidad.

Visitamos este restaurante en dos ocasiones, una en pleno invierno y otra en verano, y en ambas quedamos encantados. Lo primero que destaca es su excelente climatización: en invierno, el ambiente es cálido y acogedor, mientras que en verano se mantiene fresco y agradable, algo que siempre es de agradecer. Además, el lugar tiene una atmósfera tranquila, perfecta para disfrutar de una buena comida sin el típico ruido escandaloso que se encuentra en otros sitios. La calidad de los platos es indiscutible, cada detalle está cuidado y se nota en cada bocado. La carta de vinos es excelente, con una selección variada y bien pensada que acompaña perfectamente a cualquier elección gastronómica. Por último, el personal es muy amable y profesional, siempre atentos sin ser invasivos. En resumen, un lugar al que siempre querrás volver por su comodidad, calidad y servicio impecable. ¡Altamente recomendado!"

Se tardo mucho en servir los platos lo mejor el local muy elegante

Qué pena que tengan una atención tan desastrosa con lo buena que está la comida. Vamos con lo bueno: muy buen género preparado al estilo tradicional, sin dejar de lado un toque moderno. Todo en su punto de cocción y muy bueno de sabor. En definitiva, muy buena comida. Buena presentación y buen sabor. Lo malo: no se pueden tener todas las mesas llenas y querer atenderlas con las mismas personas que atienden el 50 % de las mesas en un día normal. Los camareros están en 1000 sitios y no se centran en lo que tú estás pidiendo. Que si pides dos botellas, que si solo te traen una y te la dejan encima de la mesa sin abrir, que tardan en traer la segunda, que si faltan primeros, que si algunos terminamos con los segundos cuando todavía no han servido los segundos a otros etc etc. En fin, o se ponen las pilas o tendrán problemas tarde o temprano.

Como siempre una atención excelente!

La comida excelente. El servicio en terraza un poco lento