El Escarpin en Madrid

En cuestión de camareros,mala organización. El cachopo ya no tiene nada que ver de lo que comía antes en este sitio, el corte de carne muy gruesa, básicamente una milanesa sin mas,lascroquetas algunas sin sal,otras bien. La tarta de queso con arándanos lo mejor

Muy bueno fue la cena de la compañia la pasamos mundial la atención super pasamos una noche espectacular

Comimos este puente de diciembre, aunque hubo mucha gente nos atendieron fenomenal y muy rápido. Les damos las gracias a Marisol,Sheila y Antonio estuvieron muy pendientes de la mesa. La comida riquísima y cantidad. Volveremos.

Sidra asturiana y buenas comida

Restaurante/ Bar asturisno en Madrid, para comer bien.

Fui a comer con unos amigos y la verdad que estaba todo muy rico

Dody el Húngaro y Fernando los mejores camareros excelente servicio

Un asturiano con platos y raciones muy buenas. Ideal para compartir. Algunos camareros algo secos, quizás porque estaba lleno, pero en general son muy amables.

Hay varias máximas que debe de cumplir un restaurante antes de servir la comida. En mi caso, la atención del servicio y el ambiente son fundamentales para empezar con buen pie la comida, y en este caso, así fue. Un restaurante amplio, con las mesas suficientemente separadas para estar a gusto y una acústica que te permite hablar sin gritar pese que estaba muy concurrido. El servicio muy amable y pendientes sin resultar pesados. Respecto a la comida muy buena. Probamos para compartir: bacalao en tempura, rape al horno (Creo que le llaman pixin, puesto que es un restaurante con productos típicos asturianos),mejillones cocidos con apio (excelente combinación) , chipirones encebollados, y una bandeja de cocido madrileño. Si tuviera que quedarme con un plato, seria con todos. Aunque los chipirones (super tiernos y muy bien cocinados), y el bacalao (con una tempura superfina) nos encantaron. También nos pusieron dos platitos con dos tipos de queso típicos asturianos (uno curado y otro para untar) de los que no puedo opinar porque no me gusta ningún queso, pero mis compañeros de mesa los disfrutaron y mucho. Respecto a la bebida , no podíamos dejar de probar la sidra, que también la traen directa de Asturias. Te dejan un escanciador en la mesa para que te la vayas sirviendo tu mismo, y aunque soy más de cerveza he de decir que repetí; me pareció muy buena, y entraba fenomenal. No puedo dejar de citar el pan (ese hermano menor tan a menudo despreciado o no tenido en cuenta en muchos restaurantes, y al que muchos le damos una gran relevancia), un pan gallego a la altura de los platos servidos, y que por supuesto también disfruté. En definitiva, un lugar para volver, repetir y descubrir sus otros muchos platos.

Para mi es uno de los sitios que siempre visito cuando voy a Madrid, tiene sidra natural y una cocina asturiana bástate buena, en ocasiones ha tenido algunos camareros poco agradables, pero actualmente son unas personas encantadoras.