El Duende en Sevilla

Estuve este fin de semana en este restaurante porque era huésped del hotel. La verdad que un lugar muy acogedor, vistas estupendas, el personal al principio un poco serios pero luego ya muy amables (será por haberles dicho que éramos huéspedes del hotel, no sé, pero luego que cambiaron las caras todo fenomenal). La comida muy buena aunque se tardan su tiempo, así que hay que ir sin prisas. Deduzco que el tiempo que tardan es para que la comida salga rica. Recomendado por mi parte.

Comida OK, atendimento razoável e ambiente agradável. Comi o solomillo (carne) e estava maravilhoso, uma das melhores que já provei. Porém as outras opções que chegaram a mesa não estavam no mesmo nível e tinham pouco sabor. O ambiente é refinado, com vistas deslumbrantes de Sevilha. Fica em andar alto do Hotel Eurostars Torre. Vale se você já estiver hospedado no hotel.

Que el restaurante era caro lo sabíamos desde el principio. No obstante, queríamos almorzar con las magníficas vistas que se nos ofrecían en la planta 34 de la Torre Sevilla. Servicio atento, amable… Pero, la comida fue lenta… Pocas mesas a servir y cocina muy lenta. Así lo hicimos saber, nos informaron de falta de personal ese día, que lo transmitirían y nos pidieron disculpas. En cuanto a la comida estuvo bien, pero escasa con respecto al precio. Entre los platos pedimos el arroz meloso con perdiz y el arroz fue escasísimo, testimonial.

Hemos asistido a la cena de Nochebuena. El trato por parte de Irina y Samba fue magnífico. Tuvimos un problema con la reserva de la cena y se resolvió de manera rápida y eficiente gracias a Irina. Samba estuvo gran parte de la noche pendiente de que no nos faltase de nada. Todo el equipo hizo posible que nuestra cena fuese única y especial. Maravillosas vistas a pesar de la lejanía de la mesa con la ventana. La comida, salvo alguna excepción, estuvo a la altura del servicio. Muchas gracias por dar ese magnifico servicio un dia tan duro de trabajar como es Nochebuena.

Hemos asistido a la cena de Nochebuena. El trato por parte de Irina y Samba fue magnífico. Tuvimos un problema con la reserva de la cena y se resolvió de manera rápida y eficiente gracias a Irina. Samba estuvo gran parte de la noche pendiente de que no nos faltase de nada. Todo el equipo hizo posible que nuestra cena fuese única y especial. Maravillosas vistas a pesar de la lejanía de la mesa con la ventana. La comida, salvo alguna excepción, estuvo a la altura del servicio.

El lugar es precioso, muy silencioso, con mucho espacio entre mesas y vistas espectaculares al Aljarafe. La comida muy rica, eso sí, muy cara. Servicio normal.

La calidad, el servicio y el ambiente son excelentes, si bien el precio es alto si lo comparamos con otros restaurantes de la ciudad. Para tener una experiencia diferente está bien, ya que estamos en el rascacielos de la ciudad y las vistas son incomparables, pero el precio solo es aceptable para una ocasión cada bastante tiempo.

Primero de todo, antes de empezar con la reseña digo la laque no es un sitio para ir frecuentemente, al menos con mi nivel adquisitivo, pero vivir la experiencia merece la pena en un día especial. Hice la reserva unos días antes para cenar un viernes por la noche, cómo ya es costumbre, avisé que éramos dos personas y un carrito de bebé para que lo tuvieran presente a la hora de colacarnos. Para acceder al restaurante primero tienes que dar tus datos en el hall del edificio y el personal te acompaña y activa los ascensores. Cuando llegamos al restaurante la impresión fue muy buena, el aspecto y el ambiente de tranquilidad que había nos encantó. Donde nos acomodaron tenía vistas a la autovía y se podía ver el pueblo de Camas, no eran las mejores vistas pero impresiona. Tuvieron en cuenta situarnos en un lugar donde el carro no molestaba ni era molestado. A la hora de pedir, nos decidimos por un menú degustación corto. Para poder pedirlo hay que tener en cuenta que los dos tuvimos que pedir un menú igual y que tiene que ser antes de las 22:00 horas en la cena y creo que antes de las 14:30 en el almuerzo. El menú degustación corto consta de 5 platos contando con entrante y postre. De sabor todo estaba buenísimo, es una cocina muy buena. Pero, para mí gusto, faltó algo que hiciera que la cocina fuera igual de extraordinaria que el lugar donde estás cenando. Por lo demás todo muy bien compensado y rico. Si digo que para ir a este tipo de restaurantes es mejor ir sin prisas. Dejarte sorprender por el menú y dejar que los camarero marquen el ritmo que ellos saben lo que hacen. Trato muy amable del equipo de camareros y siempre muy atentos. Una cosa que no entiendo de este tipo de restaurantes, la necesidad de cobrar a 4€ los refrescos, siendo el mismo botellín que un restaurante normal y corriente. Espero que algún día alguien me lo explique. Después de la cena, subimos a la terraza, que está abierta hasta las 2 de la mañana, y tomamos unas copas disfrutando de las vistas de que regala la altura del edificio. Conclusión: Merece la pena disfrutar de la experiencia, como en mi caso para celebrar una ocasión especial, pero siempre teniendo en cuenta que dicha experiencia te costará al menos unos 70 € por persona.

Nos encantó las vistad, el tocinito y el cordero. Maravillosamente atención de Carlos y sobre todo Leo.

Fui a una celebración de boda y fue magnífico. Destacar el servicio, el pulpo y sobre por encima de todo la amabilidad y atención de ese gran profesional que es Leo. Un chico atento, amable y correcto que todo catering debería tener. Enhorabuena por tan buen equipo! Volvería sin dudarlo