El Cul del Mon en Girona

El mejor cordero que he comido en mi vida. Jugoso, aromático y con ese toque marroquí que lo eleva a otro nivel. Cada plato estaba cuidado al detalle, todo de un nivelazo absoluto. Una experiencia gastronómica que mezcla tradición y creatividad como si fuera de alta cocina. Volveré sin duda.

Ya es la tercera vez que voy a El Culo del Mundo, y nunca —literalmente nunca— he salido decepcionada. Por el contrario: cada visita me deja con ganas de repetir más y más. El espacio es acogedor, muy cálido, con paredes de piedra y un ambiente apartado que hace que todo sea tranquilo. El personal es encantador: te cuentan los platos con una forma tan pausada y cercana que hace que te sientas súper cómoda desde el primer momento. Esta vez pedí: • 1er plato: Verduras ecológicas cocidas a baja temperatura con romesco • 2º plato: Tártaro de salmón de Alaska y aguacate con jengibre, cilantro, limón y cebolleta (aunque fue uno de los primeros platos) El detalle que marca la diferencia: soy intolerante al huevo, y la mayoría de postres lo llevaban. Me apetecía mucho chocolate y el chef me salvó la noche! Me preparó unas fresas con chocolate caliente. Un gesto que agradezco muchísimo. Salgo siempre muy contenta de este restaurante, y estoy segura de que habrá cuarta, quinta y muchas más visitas. Muchas gracias por cuidar tanto los detalles. Es sin duda un RESTAURANTE MUY RECOMENDABLE. Pd: El gato, (no se si es de la casa, ya lo vi otras veces) adorable 🙊

Cocina mediterránea, con escénica y mezcla marroquí y gerundense, un lugar donde probarás platos típicos con el toque del cocinero, lástima que se encuentre en el Culo del mundo 😅

Un restaurante que mezcla la cocina local con la marroquí con mucho cuidado. Un sitio perfecto para una buena comida que no falla y que mantiene un nivel de precios razonable

A dos pasos del centro de Girona, comida de calidad, buen servicio y una agradable terraza

Siempre q pasamos por Girona es lugar de parada. Imprescindible!!!

Fantástica comida catalana con un toque marroquí, todo en un precioso rincón del bosque. Si hace buen tiempo, siéntate en la terraza: es inmejorable. Y, sinceramente, llegar es parte de la diversión.

Un momento de felicidad, una cocina de excepcional calidad y una bienvenida muy amable. Se siente el amor por la cocina y el ambiente es simplemente acogedor, como si llevaras viniendo aquí toda la vida. ¡¡¡Volveremos!!!

Lugar muy bonito, en medio del monte y rodeado de naturaleza. Muy bien el servicio y la comida super buena, además con una presentación excelente.

Un lugar apartado, a 20 minutos a pie del pueblo. Una experiencia muy privada. Comida deliciosa. Probamos berenjenas a la parrilla de entrante, calamares a la parrilla con champiñones, estofado de cordero y risotto marroquí de mariscos. Todo increíble. Servicio excelente.