17/11/2025: Desde mi punto de vista es un sitio excesivamente caro para lo que ofrece. Las vistas desde el sitio son impresionantes, pero conozco sitios mejores y mucho más exclusivos a precios bastante más asequibles. Fuimos porque mi hermana y mi cuñado suelen ir allí a veranear todos los años y queríamos conocerlo. Como íbamos vestidos de manera normal nos dimos cuenta la deferencia con la que se trata a la gente habitual. Una pareja que parecía conocer al maître fue atendida de manera exquisita mientras que a nosotros nos hicieron esperar para ser cobrados y mandaron a un camarero, el maître ni se dignó mirarnos. Es una pena que se juzgue a la gente por su manera de vestir y se dé por sentado por la indumentaria una posición económica que puede estar totalmente equivocada. Si estuviera aislado, entendería la exclusividad, pero está en un pueblo, rodeado de casas y en verano entiendo que de mucha gente. Desde mi punto de vista y en mi opinión particular no merece el precio que vale.
10/11/2025: Experiencia de las que se quedan grabadas. No es un hotel al uso: es un complejo rural de lujo rodeado de montañas, prados y silencio absoluto. Ya la llegada impresiona, porque el paisaje es de postal. Todo limpio, cuidado al detalle, y con esa sensación de que estás entrando a un sitio especial, pensado para desconectar por completo.
La habitación fue una maravilla. Amplia, luminosa, con una cama enorme y comodísima. La decoración mezcla madera, tonos cálidos y detalles modernos que encajan perfectamente con el entorno. Lo mejor: las vistas. Abrir la ventana por la mañana y ver el Sueve o los Picos de Europa en el horizonte es una sensación difícil de describir. El baño estaba impecable, con ducha grande, bañera en algunos casos y amenities de calidad. Se nota que cuidan cada detalle para que la experiencia sea redonda.
El personal del resort merece un capítulo aparte. Amabilidad total, atención continua pero sin invadir, y siempre dispuestos a ayudar con cualquier duda o necesidad. Desde recepción hasta el restaurante y el spa, todo el mundo tiene esa actitud cercana que te hace sentir mimado.
El spa es espectacular. Piscina interior con vistas a la montaña, jacuzzi, saunas, zonas de descanso… Todo impecable, silencioso y perfecto para desconectar durante horas. Es muy fácil entrar “solo a ver” y acabar quedándote media tarde. También tienen tratamientos y masajes con muy buena fama.
El restaurante del hotel es otro nivel. Producto asturiano, cocina muy bien elaborada, platos que no solo están ricos, sino que además están preciosamente presentados. No es un restaurante barato, pero la calidad lo justifica. Ideal para una cena especial sin tener que salir del resort.
El entorno es otro de los grandes puntos fuertes. Puebloastur está en mitad de la naturaleza, sin tráfico, sin ruido y con rutas y pueblos cercanos para explorar. Es perfecto para escapadas románticas, celebraciones o simplemente para descansar de verdad. Eso sí, imprescindible ir en coche, porque estás en plena zona rural y no hay servicios cerca a pie.
Si tengo que destacar algún “pero”, diría que es un hotel enfocado al lujo rural, así que los precios son altos. También, al estar tan aislado, si buscas ambiente urbano o movimiento, este no es tu sitio.
En resumen: Puebloastur es una experiencia. Naturaleza, descanso, comida increíble, spa espectacular y un servicio impecable. Uno de esos sitios a los que vas a desconectar y vuelves renovado. Yo repetiría sin pensarlo.