El Comienzo en Belorado

Al igual que opina la mayoría de la gente, ( no entiendo las opiniones negativas ) un pequeño restaurante encantador, la comida de 10 ,la pareja que lo regenta igual, comida abundante y buenísima, ambiente tranquilo, el bar es muy pequeño, en un pueblo perdido. Resumiendo: Excelente.

10 en atención 10 en calidad 10 en higiene Viernes 19 de septiembre acudo acompañado de un pariente y por sugerencia de otros. Encuentro un acogedor, tranquilo, limpio y bien ubicado en la sierra; este pequeño restaurante. Si dueña Yolanda (se su nombre, porque lo pone su tarjeta de visita), a la vez que cercana y atenta, te da confianza para que tú elección, no te confunda. Sus especialidades te las canta con total claridad y buen definidas. Si carta, que no es muy amplia, pero sí exquisita, no te dejará dudas al respecto. No le doy una estrella MICHELIN, porque no juega en la misma liga. Pero sí le doy un garbanzo de ORO . Disfrutamos de unos excelentes garbanzos con boletus y pochas ( alubias, fabes) con almejas. Carrilleras y pimientos rellenos, para repetir (otro día). Postre a elegir entre varias delicatessen. Vinos, crianza rioja conocido. Agradezco el esmero en la elaboración de sus platos, la atención prestada y la humildad de una excelente profesional.

Muy recomendable. Unos garbanzos con setas increibles y muy buena atención.

La atención, el lugar, la comida.... excelente en todos los sentidos. Gracias por hacerlo tan bien. Hasta pronto

Cuando alguien disfruta con su trabajo, se nota y se transmite al cliente. Excelente comida y cocinera. Muchas gracias por hacernos disfrutar.

Hemos estado comiendo espectacular empezamos con una sopa fría de melón unos cogollos con salmón ahumados con ambas a la plancha y lechazo todo genial sobre todo el servicio super personalizado muy atentos en todo momento super recomendable repetiremos gracias Yoli y Toñi ante todo es comida casera sois geniales 🙂🎊🎉

Me recibieron como a un rey, incluso entre los lugareños. Comí como un rey, comida casera, la sonrisa de Julie, la dueña, y su marido. Me ofreció el aperitivo y el digestivo. Estaba completamente solo (la cuenta era pequeña). Es un lugar maravilloso... ¡Tranquilidad, silencio, río! ¡La felicidad está ahí!