El Chaflan en Gijón

Típico chigre sidrería de Gijón de toda la vida y que lleva ya muchos años regentado por la misma familia. Si quieres ir a un sitio de verdad, rico y a buen precio no lo dudes. No está en el centro centro pero está a 5 minutos del paseo de Begoña

Comimos de maravilla en el chaflán, es una sidrería clásica, mantel y servilleta de tela con un ambiente muy agradable, tomamos unas botellitas en la barra en donde nos atendió un chico muy atento con una sonrisa de oreja a oreja. Nos sentamos al poco y tras ojear la carta pedimos boquerones, muy ricos, hígado al ajillo (nunca lo había probado así y está buenísimo), y como no…carne a la piedra. La sidra muy bien escancida y la comida buenísima, un acierto siempre.

Muchos vamos al Chaflan a comer un maravilloso chuletón, así ha sido también esta vez. Hay que mencionar las estupendas patatas fritas que lo acompañan. De entrantes la habitual cazuela de pulpo con langostinos y la morcilla, unos clásicos. De postre queso de la Peral que marida muy bien con la sidra escanciada. Buena atención. Local sidrería típica.

Era la primera vez que íbamos a cenar, los 4 quedamos sorprendidos de todo, empezando por el servicio y después la comida, todo excelente 👌 y calidad/precio, muy bien. Recomendable 100%

La comida decente sin más, el servicio justillo tirando a mal. Pagar una buena botella de vino tinto y que te traigan un enfriador con hielo y te vacilen que esta caliente porque es ribera del Duero, no me sirve. La carne bien pero para comer un “chuletón” me trajeron tres piedras diferentes, no estamos preparados. Después nos quejamos.

Sidrería gijonesa donde no ha pasado el tiempo. Ventanas de madera, escaleras para entrar (no apto para movilidad reducida, al menos esa entrada) mesas y sillas de cuando abrieron el bar. Servicio del que ya no queda y todos queremos, amable, atento y dicharachero. Por supuesto, parroquianos habituales y varios servicios de comida en una mesa, sirven rápido. Todo muy limpio. Algo a las afueras en comparación con otros sitios. Pedimos por recomendación de un amigo, cazuela de gambas y pulpo, con una salsa que está para bebersela aparte; y chuletón a la piedra, gastamos 3 piedras, carne roja potente de sabor que al que le guste poco echa es de las delicias de la tierrina. Postre casero, tarta de queso, gijonesa y helado. Quizá algo más caro que lo habitual, pero merece la pena, se come estupendo. Costo 120e 3 personas, con 4 botellas de sidra (escanciada manual, nada de cacharritos) y un agua. Para repetir sin duda. No pregunté, pero creo que no aceptan perros. Aconsejo reservar, hay unas 10-15 mesas, pero tiene pinta de estar bastante lleno siempre. Aunque hay muchas plazas para aparcar alrededor, es zona de muchos coches, ir con tiempo.

Tradición y buena cocina, se nota los años de experiencia

Muy buen trato por parte de los camareros, y el producto excepcional, en concreto bocartes y merluza. Nos encantó la sidra JR que no habíamos probado anteriormente.

Con el paso del tiempo este sitio perdura. No es que haya renovado las instalaciones pero mantiene una calidad en la materia prima que merece la pena

Sitio agradable ,sidreria de las de antes,servicio y sidra espectacular y como no ,la carne no te la puedes perder,calamares,pulpo,chipirones y bocartes están entre sus manjares,sitio 10.