El Castell de Sitges en Sitges

Espectacular la comida y la atención. Super recomendable el Solomillo de Ternera, muy muy bueno!

Excelente restaurante. Bienvenida muy cálida, servicio impecable. Platos increibles.

Raciones muy escasas y postres del mercadonna Muy atentos y simpáticos

Belgas en Sitges. ¡UNA MATANZA! El servidor no sólo es profesional sino también súper amigable. El restaurante es sencillo y está decorado con buen gusto. El jefe, o al menos tenía el aura de un jefe, vino a preguntarnos si todo iba bien, aunque sin molestarnos. Me alegré de poder practicar mi español. Un restaurante íntimo, ideal para una cena romántica y de mente abierta. Los platos...si tuviéramos un restaurante como éste en Bélgica iríamos allí a menudo! Empezamos compartiendo el tataki de ternera con patatas...lo recomendamos!! Luego los calamares con cebolla confitada…los recomiendo!! Y el tataki de atún…que me recomienda mi compañera!! El limoncello de Oliver es delicioso. Un gran agradecimiento. Volveremos el año que viene...pero con toda la familia!!

Hay dos camareros encantadores, y uno de ellos tiene voz de locutor de los años 20... ¡ya te prepara el cuerpo para lo que viene! Todo está para chuparse los dedos. Nosotros pedimos tartar, ensalada de burrata, pulpo, alcachofas... y al peque le prepararon un pollo rebozado con tanto cariño que casi me lo como yo también. ¿Los postres? Si no pedís el tiramisú, luego no digáis que no os avisé: es una locura. Lo único malo es que tuve que compartir con mi marido... ¡y yo quería todo para mí! Repetiremos, fijo.

Una pequeña joya oculta entre las infinitas calles de Sitges, la experiencia inmejorable tanto la comida como el servicio, recomiendo ir el día que te vayas del pueblo porque te hará la vuelta a casa mucho más amena! Volveremos sin duda.

Sitio de 10, por la atención, servicio, y comida. Lugar coqueto, más adecuado para cenar que comer por la poca luz, platos muy bien presentados, ración no muy abundante pero exquisita. Tiene menú diario de 17,50€ que no incluye café. El café carísimo, 2,60 un café solo es desproporcionado. El resto en rango tirando a precios altos. Ángel y Fran excelentes y atentos, trato impecable. Aseo limpio y con papel, pero estrecho para sillas de ruedas. Cuadros horrorosos ( de los que hace un niño cuando tira un cubo de pintura o de arena) en contraste con lo precioso que es el suelo como de barro cocido.

Cené con mi familia allí. Los aperitivos eran realmente buenos. Los platos principales eran muy sabrosos y presentables. El postre estuvo bien. Lo único es que el lugar es un poco pequeño.

Fuimos a pasar el dia a Sitges y reservamos en el Castell con mucha antelación. Por la mañana nos llamaron a ver si podiamos ir a las 15.00 en lugar de las 14.30 que era la hora de la reserva. Al llegar nos ofrecieron unas cervezas y poder tomarlas en la parte de fuera, porque el local es pequeño y estaban acabando los comensales de la mesa donde ibamos a comer. Nos avisaron para poder senrtarnos y la sorpresa fue muy grata. Menu de mucha calidad y correcta cantidad por un precio adecuado, tratándose de Sitges. Lo acompañamos con un vino de rias baixas que nos gusta mucho. El arroz espectacular y el postre tipo brownie con helado de pistacho y flambeadp con jack daniels, de locura. Al acabar el propio cheff, el grandino Antonio Alcalde, salió a saludarnos y preguntarnos si habiamos disfrutado, todo un detalle. Te deseamos mucha suerte Antonio y que te conviertas en una referencia en la zona. Mimbres hay de sobra.

Reservamos en línea, llegamos a tiempo a este maravilloso restaurante. La comida era fantástica. Tomamos gyozas, rellenas de verduras marinas, bambú y espinacas, cubiertas con mayonesa wasabi. Seguido de crepé de masa de fillo relleno de hongos, y mermelada de pimiento rojo. De nuevo excelente. Los dos teníamos solomillo de ternera, muy tierno de hecho. Postre de piedras doradas, excepcional.